ROCK - Sábado a las 21 - Club Central Córdoba
"La culpa de lo que le pasa a La Vela Puerca la tienen las canciones", dice como en un juego de palabras Sebastián "Cebolla" Cebreiro, uno de los dos cantantes de la banda uruguaya. Es una manera de justificar el éxito y el (impresionante) poder de convocatoria del grupo. Y ya no sólo en Uruguay o la Argentina, sino en el resto de Latinoamérica y en varios países de Europa.
En el caso de Argentina, La Vela está ocupando un lugar que quedó virtualmente vacío debido a la disolución o el parate sabático de grandes bandas. Pero "Cebolla" no se la cree, y espera que el rock de nuestro país se recomponga. Su grupo, aunque juega de local de este lado del río, mantiene su identidad charrúa en alto.
"Siempre aparecen bandas, generaciones que van quedando de lado, las suplanta otra... -apuntó-. Por ahí falta que aparezcan quienes ocuparán esos huecos, pero ya se dará".
Lejos de su terruño La Vela se hizo de abajo, como cualquiera, sin importar que cuando empezó a trabajar en Buenos Aires venía llenando estadios y teatros en Montevideo. "Llegamos buscando nuestro propio lugar, sin sacar cartel, porque no sirve si entrás a una casa sin pedir permiso -destacó "Cebolla"-. Por eso empezamos con recitales para 50 personas, y así fuimos subiendo hasta hacer el primer Cemento, Obras... Cosas impensables para una banda uruguaya".
Es esa una de las razones por las que su último disco, que incluye un DVD con 15 años de su historia, se titula "Normalmente anormal". "El nombre alude a una historia como la que nos está tocando vivir. En Uruguay era impensado, no había posibilidad de tocar siquiera en Buenos Aires, y no había referencias de un grupo que hiciera giras internacionales con tanta frecuencia", comentó. "Cebolla" dice que el título es autorreferencial.
Amor por la celeste
Al hablar de anormalidades, surge de inmediato la sorprendente actuación de la selección uruguaya en el Mundial. "Por suerte y gracias a los muchachos nuestro país, que no figura nunca en los diarios, apareció. El equipo nos dio una clase de unidad y compañerismo, de decir 'cero me la creo'. Eso nos alimentó una parte humana que habíamos perdido los uruguayos con las elecciones (en noviembre), que nos dividieron bastante; esto trajo conciencia social, y es lo que más me gusta del fútbol", analizó.
"Cebolla" elogia a Diego Forlán, la figura del plantel, el menos pensado para ese rol según el músico. "Contagia con su talento invalorable, es la cara de Unicef en Uruguay, tiene firmes valores y un gran nivel intelectual", lo elogió. Su análisis lleva a reflexionar sobre esa imagen que hay de los uruguayos, siempre abiertos de mente, progresistas y buena onda. "Nos sentimos como un país chico en el que se pueden tener intactos valores que en las metrópolis se pierden... -sentenció-. Pero no es que los pueblos sean malos o mejores que otros, porque chorros y asesinos también tenemos, pero intentamos ser solidarios. Eso nos marca como pueblo".
Sin apuro, la maquinaria compositiva empieza a funcionar otra vez.
Mientras termina su gira "Normalmente anormal", La Vela Puerca empezó a trabajar en el sucesor de "El impulso" (2007), su último disco de estudio. "Por ahora estamos grabando demos de las ideas que van surgiendo en la sala de ensayo. Necesitamos alimentar las canciones, es por nuestro propio bien. Y las que más gusten van a quedar", comenta Sebastián "Cebolla" Cebreiro.
Por ahora está todo en borradores y "Cebolla" prefiere no hacer anticipos. "La línea de La Vela se mantendrá, y las canciones y las letras van por donde le cabe a la banda, que es la sinceridad y cero egoísmo", define. La idea es entrar a grabar en noviembre, pero no hay apuro, aclaró.
"Por lo general nuestras canciones resumen las historias que vivimos -explicó-. Son muy claras, tienen facilidad para reflejar cosas comunes a mucha gente, y eso genera una identificación muy grande. Somos una banda de canciones sin un estilo clasificado, y eso se percibe, porque los temas tienen libertad".