WASHINGTON.- Tres meses después del inicio del vertido de petróleo en el Golfo de México, la serie de problemas no se detiene y reina la incertidumbre. British Petroleum (BP), la empresa responsable del accidente que derivó en la rotura de un pozo a 1.600 metros de profundidad en el mar, había logrado taponar la boca de donde brota crudo a raudales, pero sigue manando petróleo de los alrededores del pozo sellado. Además, posiblemente se esté acumulando gas metano por encima de la perforación, lo que supondría un duro revés para los esfuerzos por terminar con la peor catástrofe ambiental en la historia de EEUU.

Por el momento no está claro cuánto petróleo está saliendo del fondo del mar y tampoco se conocen detalles de la posible acumulación de gas metano. BP canceló ayer una rueda de prensa en la que iba supuestamente iba a aclarar que la fuga no se desprende del pozo "Macondo" ahora obturado.

Pequeña fuga
El cilindro que tapona la fuga tiene una pequeña pérdida, pero se estima que por ahora no tendrá consecuencias, dijo un vocero del Gobierno. Sin embargo, es demasiado pronto para el optimismo. Las pruebas al cilindro para ver si soporta la presión se iban a extender en principio hasta hoy. Desde hace cuatro días, este cilindro impide que siga fluyendo petróleo al mar. Por el momento se desconoce cuánto crudo está saliendo del fondo marino. En caso de que el cilindro no soporte la presión deberán abrirse otra vez las válvulas y el petróleo sería bombeado otra vez a los barcos dispuestos para ello, como se hizo previamente. Pero para que esa operación se inicie, pasarían otra vez varios días en los que el petróleo fluiría por toneladas al mar. Desde el accidente del 20 de abril que provocó el posterior hundimiento de la plataforma operada por BP, ya quedaron contaminados más de 900 kilómetros de costa estadounidense del golfo de México, incluidas playas turísticas en Florida.

Hecho inesperado
Entre tanto, surgió un nuevo foco de potencial conflicto con la petrolera británica, esta vez relacionado con la liberación, en 2009, por parte de jueces británicos y escoceses, de la única persona que estaba en prisión por el atentado contra el avión de Pan Am en 1988, conocido como caso Lockerbie. Trascendió que BP presionó a las autoridades escocesas para liberar al libio Abdel Baset al Megrahi, con la esperanza de que eso le ayudara a conseguir acceso a los lucrativos campos petroleros en Libia. (DPA-Especial)