NUEVA ORLEANS.- La petrolera British Petroleum (BP) se encaminaba a finalizar las operaciones para contener la fuga de petróleo en el Golfo de México, pero los efectos de la peor marea negra en la historia de EEUU golpearán durante años al país.

Ayer, por primera vez BP anunció la posibilidad de que el pozo permanezca cerrado -pese a la presión- hasta que se selle definitivamente en las próximas semanas, gracias a la excavación de pozos de derivación. Todo hacía pensar que el pozo se reabriría parcial o completamente y que el petróleo se recuperaría en la superficie luego de un período de prueba de algunos días. "Esperamos que si continúan estas buenas señales, podremos avanzar con las pruebas hasta sellar el pozo", señaló el jefe de operaciones, Doug Suttles.

BP detuvo el jueves la fuga de crudo por primera vez desde el comienzo de la catástrofe el 20 de abril. "El pozo está cerrado y la presión aumenta lentamente, lo que es una muy buena señal", declaró Suttles ayer, el día 90 de la catástrofe. La petrolera trabaja en dos pozos de derivación que deben interceptar al pozo principal a varios km bajo tierra y permitir "matarlo" tapándolo con cemento. Esta operación compleja está prevista para fines de julio. (AFP)