Cuando la temperatura desciende bruscamente y se suceden días de intenso frío polar -con marcas que están por debajo de las normales para la época- los médicos recomiendan abrigarse muy bien para evitar enfriamientos.
"La temperatura corporal se escapa por los pies y por la cabeza, y cuando esto ocurre bajan las defensas y el organismo queda susceptible de contraer cualquier enfermedad, sobre todo las estacionales como catarros, resfrío, gripe y sus complicaciones (neumonía, entre otras). Por lo tanto, para salir al exterior hay que protegerse la cabeza con gorros o boinas, usar medias de lana y un buen calzado que aísle del frío y de la humedad", advirtió a LA GACETA el infectólogo Pablo Bonvehí, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Por otra parte, recordó que durante los días gélidos el hogar es uno de los lugares con mayores posibilidades de transmitir enfermedades, ya que la convivencia y el contacto permanente facilitan el contagio de enfermedades. De ahí que la necesidad de mantener la limpieza y la desinfección de toda la casa sea de suma importancia, "porque las superficies u objetos contaminados son una fuente de transmisión indirecta", recalcó Bonvehí.