Las puertas de Villa Urquiza se abrieron a las 14.37 de ayer para recibir a Roberto Albornoz y a Luis de Cándido. Allí cumplirán las condenas a prisión perpetua y a 18 años, respectivamente, que dispuso el Tribunal Oral en lo Criminal Federal. El fallo por el funcionamiento de un centro clandestino de detención en la ex Jefatura de Policía fue dictado a las 13.08. La decisión llenó de alegría a familiares de víctimas y a militantes de derechos humanos. Los jueces Carlos Jiménez Montilla y Josefina Curi votaron la revocatoria de la detención domiciliaria de Albornoz y la prisión a De Cándido. Gabriel Casas votó en disidencia. No obstante, los tres coincidieron en condenar a Luciano Benjamín Menéndez a prisión perpetua, con lo que este recibió su cuarta condena de este tipo. Carlos de Cándido fue penado a tres años de prisión con ejecución condicional y sigue libre. Según el Centro de Información Judicial de la Corte de Justicia de la Nación, los procesados por violaciones a derechos humanos suman 656 en todo el país.