Anunciado como "desendeudamiento", el acuerdo entre el Gobernador, José Alperovich, y la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, representa el más inicuo renunciamiento al recupero por nuestra Provincia del 15% de coparticipación federal cedido en la década del 90 para paliar la desfinanciación del sistema de seguridad social. Ese desfase se había producido por la creación del sistema de capitalización en materia previsional.
Tucumán aparece supuestamente beneficiada con una disminución de su deuda por $ 488 millones, y una refinanciación a 20 años por otros $ 3.321 millones. Sin embargo, la realidad es que está perdiendo la posibilidad de recuperar más de $ 500 millones anuales, desde 2006 -cuando cesa la ratificación provincial de esa cesión de recursos- a la fecha. Ese 15% de nuestra coparticipación debe volver a Tucumán por la desaparición de las AFJP, por lado, y por la existencia de una Administración Federal de Ingresos Públicos multimillonaria que reparte a manos llenas dinero de las provincias.
Tucumán no tendría ni un solo peso de deuda pública si recuperara la integridad de su porcentaje de Coparticipación. Es más, tendríamos excedentes para cumplir holgadamente con el reconocimiento del 82% móvil de nuestros jubilados y mejorar la remuneración de los trabajadores de la salud.
La Legislatura no puede silenciar más este despojo, que genera incesantes incrementos de impuestos y de tasas que agobian a toda nuestra sociedad.