Con la refinanciación global de la deuda contraída con la Nación, al Poder Ejecutivo sólo le quedará por cubrir, hasta fines de 2011, los vencimientos semestrales de los bonos de Conversión y Saneamiento de Empréstitos Provinciales (Consadep), en todas sus series.
Se trata de un endeudamiento que, pesificado, puede superar los $ 420 millones. Por ese compromiso, el Estado provincial está obligado, por ley, a generar un fondo especial para abonar los cupones a su vencimiento (cada seis meses) y que implican unos U$S 8 millones. Esos recursos se generan con la retención de los fondos de coparticipación.
Pese a tener cierta previsibilidad financiera, como lo dijeron tanto el gobernador José Alperovich, como el ministro de Economía, Jorge Jiménez, al Gobierno le preocupan las deudas que puedan llegar a surgir y que pueden convertirse en un nubarrón para las finanzas públicas. Puntualmente, en las charlas de ayer entre funcionarios provinciales y nacionales, en Buenos Aires, se habló específicamente del caso Aguas del Aconquija.
La ex prestataria del servicio de agua y cloacas de la provincia demandó a la Provincia ante el Centro de Arreglo de Diferendos Relativos a Inversiones (Ciadi),. un organismo dependiente del Banco Mundial. Un fallo en contra obligaría a Tucumán a hacer frente al pago de una suma millonaria que trastocaría el esquema financiero. De todas maneras, existe confianza en el Ejecutivo que la demanda, propiciada en tiempos de Antonio Bussi gobernador, no llegue a ese punto.
El tema sería incluido en una cláusula especial que estaría sujeta a la aprobación de la Procuración del Tesoro de la Nación. Se intenta que, si se genera el compromiso, la Nación también lo refinancie a largo plazo.