JOHANNESBURGO.- Sólo faltan algunos detalles, pero el imponente estadio Soccer City de Johannesburgo parece estar a punto para el partido inaugural del Mundial de Sudáfrica 2010, que enfrentará a la selección local, la Bafana Bafana, contra México, el viernes.

El gigantesco complejo deportivo, que por su original diseño y forma exterior, es conocido como la "Gran calabaza" o la "Gran vasija". El moderno estadio, que albergará el partido inaugural así como también la gran final, es un escenario impresionante, que intimida vacío, y que con sus 94.700 butacas puede resultar una gran presión para cualquier equipo.

Un voluntario argentino, Juan Diego García, quien trabaja para el departamento de marketing de la FIFA fue el guía dentro de la "Catedral del Fútbol", cuya remodelación costó unos 370 millones de dólares. "La experiencia de estar trabajando en la organización del Mundial es increíble, tanto a nivel profesional como personal", comentó este argentino, quien confía en que tanto esfuerzo tendrá un resultado que será espectacular.

"Tengo que decir que este es un estadio cinco estrellas y puede ser comparado, si es posible, con el Wembley londinense", señaló el miércoles Joseph Blatter, presidente de la FIFA. Construido originalmente en 1989 como primer estadio internacional de fútbol del país, el Soccer City fue testigo de algunos de los momentos más emblemáticos y emotivos de la historia moderna de Sudáfrica, como el primer discurso que brindó Nelson Mandela, tras salir de prisión en 1990 después de 27 años por su lucha contra el apartheid.

Allí también se vivió el mayor logro futbolístico, cuando en 1996 Sudafrica se proclamó campeón de Africa. Tras tres años de trabajos de remodelación, los anfitriones pueden sentirse orgullosos de tener el mayor estadio del continente africano. (Télam, enviado especial)