"No me gustaría ser gobernadora. Pienso que puedo ser una excelente número dos, trabajando como lo estoy haciendo y ocupándome sólo de las cosas más importantes. Hay muchas otras que siento que no podría hacer, en cargos terriblemente desgastantes", dijo Beatriz Rojkés de Alperovich.
De este modo, la senadora nacional negó la chance de suceder a su esposo, JoséAlperovich, al frente del Poder Ejecutivo, e insistió en que el objetivo del mandatario es la reelección: "que sea candidato a vicepresidente no es sueño mío ni el suyo; es lo que se está manejando muchísimo a nivel nacional y es lo que muchos quieren".
"Recién a los 46 años me permití hacer cosas para mí, como desarrollar una actividad fuera de la provincia. Es muy fuerte esto de ser yiddishe mame; me llevaba a no querer ser candidata a nada. Pero tuve la suerte de aceptar, cambié mi vida a esa edad y me permití hacer cosas que no estaban relacionadas directamente con la familia", confesó la presidenta del Partido Justicialista en la provincia a LA GACETA, en la víspera de la visita de Néstor Kirchner a Tucumán para reinaugurar la sede de Rivadavia 157. El diálogo se desarrolló como sigue.
- ¿En qué se ve el desgaste?
- Ejemplifico con lo que le pasa a la presidenta, Cristina Fernández. No sé si otros hubieran aguantado lo que la oposición y algunos medios le hicieron, que no tiene antecedentes en Latinoamérica. Muchos hombres habrían salido corriendo enseguida. Ella tiene un temple muy especial.
- Hubo muestras de apoyo a Alperovich en Luján para reforzar su precandidatura. ¿La llegada de Kirchner potencia esa posibilidad?
- No es nuestra lectura, pese a que es una variable que manejaron ciertos analistas. Lo que quiere mi esposo es seguir siendo gobernador; lo dice constantemente, basado en la reforma constitucional de 2006. Es lo que le gustaría; pero en política todo es posible. Yo misma afirmé tanto tiempo que no quería ser diputada, y al final, acá estoy. Como dicen los periodistas, nadie resiste un archivo.
- El despliegue de tucumanos en Buenos Aires no era con la consigna "Alperovich gobernador".
- Era gente del (intendente de Juan Bautista Alberdi, Luis) "Pato" Campos, que siempre sostienen la misma consigna, sólo que ahora cambió el momento político. Me dio mucha gracia porque fueron con su tradicional sombrero en forma de patito, pero esta vez con los colores de la bandera nacional, y no los amarillos.
- ¿Qué significa institucionalmente la visita del titular del PJ?
- Es muy importante porque inauguramos el nuevo edificio en un contexto nuevo de partido. Queremos que sea un centro de formación, especialización e investigación, donde los jóvenes se reúnan y dispongan de una gran biblioteca, para la que estamos pidiendo donaciones; incluso de documentos históricos para su archivo. También es trascendente la reunión del consejo nacional del PJ, inédita en la provincia.
- ¿Los recorridos de Kirchner por todo el país son un intento de reagrupar fuerzas internas?
- De un mismo hecho puede haber muchas lecturas. Todo puede ser, pero lo cierto es que responde a una conducción fuerte, federal que permite intercambio de experiencias. La realidad del país no es la del conurbano o la de la capital federal. Hasta diarios opositores admiten que hay un reposicionamiento de Kirchner en la sociedad.
- ¿Le preocupa que pueda haber incidentes en las marchas de opositores al Gobierno?
- Por supuesto, pero como me preocupa cualquier incidente. No creo que en Tucumán haya motivos para ello, el clima no lo justifica, aunque hay que estar preparado para que nadie quiera ensuciar esta fiesta. Una cosa es reclamar y otra muy distinta es generar problemas.