CIUDAD DE MEXICO, México.- Murió tras someterse a una cirugía peligrosa. Mantuvo expectante a la prensa como parte de una estrategia para vender más discos. Se sacó grasa de la panza, quedó grave y se lo vio en silla de ruedas. Tuvo una simple afección estomacal y se rió de los rumores desde su casa de Miami. Todo eso hizo Luis Miguel la semana pasada, según los titulares de los periódicos y páginas web de todo el mundo.
Las especulaciones acerca del estado de salud del mexicano apañaron el único dato indiscutible que se tiene por ahora: que hoy cumple 40 años. Según el diario español "El País", las últimas versiones confirman que el "Sol de México" recibió el permiso de los médicos para salir de la clínica y festejar su cuarta década desde la comodidad de su vivienda estadounidense.
"Acabo de ver que Luis Miguel ha salido del hospital. Le mandamos un abrazo y que se recupere pronto", escribió su amigo Alejandro Sanz en Twitter. El compositor Juan Carlos Calderón también habló de él durante una entrevista. "Sé que está mucho mejor", manifestó, con lo que sugirió que alguna vez estuvo enfermo.
Hasta ahora, el rumor más fuerte es el que señala que el cantante entró a una clínica en Beverly Hills hace 10 días para someterse a una liposucción y hacerse unos retoques en el rostro, y que la operación se complicó supuestamente por una infección bacteriana. Ese percance lo habría dejado delicado, pero progresivamente se recuperó hasta que consiguió el alta.
Nada de esto fue refutado o confirmado por el propio artista, por sus agentes de prensa o por su disquera. Tampoco su hermano ni Aracely Arámbula, la madre de dos de sus hijos, se han referido a las versiones. Tal vez hoy, en medio de los festejos, "Luismi" decida regalarle alivio a sus fans aclarando la madeja de rumores. (Especial)