MEXICALI, México.- Un terremoto golpeó ayer parte de la frontera entre México y Estados Unidos, y dañó rutas e interrumpió los servicios de agua y de electricidad en la ciudad de Mexicali. El sismo, de magnitud 7,2, sacudió edificios, sembró pánico en ambos países y fue seguido por varias réplicas.
Al menos una persona falleció tras derrumbarse una casa y hay cerca de 100 heridos, indicó el director de Protección Civil, Alfredo Escobedo. Además, un edificio en construcción se vino abajo y se reportaron algunos incendios en comercios por fugas de gas.
Mexicali, de más de un millón de habitantes, es la capital de Baja California y un foco industrial con cientos de plantas maquiladoras. Hasta esta madrugada, permanecía a oscuras por las fallas en el servicio del suministro eléctrico. Tampoco era posible establecer comunicaciones.
Vacacionistas que intentaban volver a sus casas luego del feriado de Semana Santa se vieron en problemas para reponer combustible. "Gracias a Dios no nos pasó nada. Vamos a esperar hasta que los oficiales digan que podemos cargar nafta", manifestó María López.
En algunos vecindarios de San Diego se reportaron daños menores y el estallido de tuberías. En Los Angeles, a 320 kilómetros del epicentro, también se sacudieron los edificios. El sur de California y el noroeste de México son propensos a sismos por situarse sobre la falla de San Andrés, que divide a las placas tectónicas de Norteamérica y del Pacífico. (Reuters)