El argentino Rafael Grossi, actual director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), confirmó su intención de postularse como el próximo Secretario General de la ONU. 

Grossi ya planteó este tema con funcionarios del gobierno argentino, como el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el canciller, Gerardo Werthein, buscando el respaldo necesario para su candidatura.

El apoyo del gobierno nacional es crucial, ya que son los Estados los que deben proponer a los candidatos. Además, Grossi cuenta a su favor con la regla no escrita de "rotación regional", que sugiere que en esta ocasión le corresponde a Latinoamérica postular al sucesor del portugués António Guterres, publicó Infobae.

En los 80 años de historia de la ONU, solo un latinoamericano ocupó el cargo de Secretario General: el peruano Javier Pérez de Cuéllar, quien asumió en 1982. En contraste, hubo cuatro directores europeos, dos asiáticos y dos africanos.

"Siendo un diplomático argentino, obviamente sería un honor que mi país me presente como candidato, pero eso es algo que es un resorte del señor Presidente de la Nación", declaró Grossi a Infobae y a un grupo de periodistas en el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI). También destacó su "excelente relación" con Javier Milei, asegurando que han conversado en varias ocasiones y que considera que este tema será abordado en el futuro.

Grossi resaltó el papel del OIEA en la resolución de conflictos y desafíos globales, lo que le ha llevado a considerar si su enfoque podría ser aplicado a una escala mayor dentro de la ONU.

“El Organismo Internacional de la Energía Atómica ha tomado un protagonismo o una actividad muy grande. Y me ha sucedido muchas veces en reuniones con colegas, en reuniones con jefes de Estado, en reuniones con políticos, que ellos me han dicho que hace falta un liderazgo de esta naturaleza”, explicó.

Según Grossi, el nuevo liderazgo de la ONU debe tener una aproximación activa a los problemas, “no ser un observador ni un crítico, cuando hay un problema, como en Ucrania, hay que meterse”.