Quizás el celular sea lo último que consultemos antes de dormir. Así nos quedamos saltando de aplicación en aplicación, consultando redes sociales y resolviendo dudas en el buscador de Google justo antes de cerrar los ojos. Sin embargo, ya muchos especialistas han advertido de lo poco beneficioso que puede resultar a la hora de conciliar el sueño esta práctica. En cambio, realizar una cantidad específica de minutos de un hábito clásico puede ser mucho más efectivo.

Cuál es el curioso alimento que ayuda a evitar los ronquidos y dormir mejor
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Investigadores han profundizado en los beneficios que una práctica tan milenaria como la lectura puede suponer a la hroa de dormir. Esta no solo mejora la concentración, sino que también puede transformar nuestra experiencia nocturna, ayudándonos a desconectar del estrés del día. De acuerdo con la experiencia científica unos minutos son suficientes para mejorar ampliamente nuestro descanso.

Un estudio determinó cuál es la cantidad de minutos que debemos leer antes de dormir

En 2009, un estudio realizado por la Universidad de Sussex en el Reino Unido destacó un hábito tradicional y ampliamente practicado: la lectura. Dirigida por el doctor David Lewis, la investigación reveló que leer tan solo seis minutos antes de dormir puede disminuir el estrés en un 68%. Este sencillo gesto permite centrar la mente en las palabras del libro, alejando los pensamientos que frecuentemente nos impiden conciliar el sueño.

Leer antes de acostarse actúa como un "interruptor" para la mente, permitiendo que se desconecte de los pensamientos del día a día que pueden interferir con el sueño. Incluso una rutina de lectura breve, de 10 a 15 minutos, puede ser suficiente para notar estos beneficios.

Leer antes de dormir puede ser mucho más beneficioso que escuchar música.

Los beneficios de leer antes de dormir para nuestro descanso

Cuando enfocamos nuestra atención en las palabras del texto, el cerebro se ve obligado a desviar su energía de las preocupaciones diarias hacia la historia o el contenido que estamos leyendo. Este cambio no solo calma la mente, sino que también reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Además, la lectura estimula áreas del cerebro relacionadas con la imaginación y la creatividad, lo que fomenta un estado mental relajado y propicio para el sueño.

Comparado con escuchar música, meditar o ver televisión, la lectura destaca por su capacidad de generar un estado profundo de calma en un corto período de tiempo. Según los investigadores, esto se debe a que el acto de leer implica una interacción activa con el texto, lo que exige concentración y evita que la mente divague hacia pensamientos intrusivos.