Tras nueve años, el Súper Seven Internacional de rugby regresa a Mar del Plata con una propuesta que promete emociones y un alto nivel de competencia. Mañana y el sábado, ocho seleccionados se enfrentarán en busca del título. Entre ellos estará Tucumán, un equipo que, a pesar de los desafíos logísticos, llega con grandes expectativas y la ilusión de dejar su huella en este prestigioso torneo.
El seleccionado tucumano, dirigido por los entrenadores Rolando Medina y Matías Bachur, ya definió a los 13 jugadores que representarán a la provincia en esta edición. Los Naranjas compartirán la zona A con el combinado argentino, Paraguay y el anfitrión, Mar del Plata. Por su parte, la zona B estará conformada por Uruguay, Chile, Brasil y Newbery 7’s.
El debut del equipo será mañana a las 18.22 frente a Argentina, que presentará un plantel Desarrollo con tres jugadores con experiencia en el Circuito Mundial: Tomás Elizalde, Facundo Pueyrredón y Gregorio Gómez Pardo.
Medina, técnico del seleccionado, destacó la ilusión y los desafíos que enfrentó el equipo para poder participar. “Es una invitación linda. El Seven siempre es lindo de jugar y una muy buena oportunidad. Las expectativas son muy altas; tenemos un lindo equipo. Por el período de vacaciones tuvimos algunas bajas y otras altas en relación al Seven de la República, pero contamos con un equipo muy competitivo”, afirmó Medina. Recuperar a jugadores lesionados también será un punto a favor para enfrentar un torneo que, según el entrenador, tiene un nivel muy exigente. “Queremos dar batalla en todos los partidos y creemos que se pueden lograr buenos resultados, aunque somos conscientes de que enfrentaremos a seleccionados nacionales”, reflexionó.
La participación de Los Naranjas en este torneo implica un desafío deportivo y representa una oportunidad clave para que los jugadores tucumanos se midan y sean observados en un contexto de alta competencia. “Es un torneo grande, y, debido al nivel, habrá mucha gente de los seleccionados siguiendo los partidos. Los chicos podrán mostrarse, y en este momento no hay ningún jugador tucumano involucrado en el Seven nacional. Por eso, la oportunidad es inmejorable. Es importante para la provincia estar presente, porque desde la Unión de Rugby y los clubes se busca darle continuidad al Seven, que normalmente queda aislado y recién se juega cuando no hay rugby de 15”, explicó Medina.
Sin embargo, el camino hacia Mar del Plata no fue sencillo. El técnico reveló que el torneo no estaba programado en el calendario de Los Naranjas, lo que los llevó a improvisar en varios aspectos logísticos. “Tuvimos que buscar los recursos como pudimos para competir. Hubo un cambio de dirigencia entre Navidad y Año Nuevo, y eso también nos obligó a ajustar detalles sobre la marcha”, comentó el entrenador, que viajó el miércoles desde Tucumán a Mar del Plata para preparar el torneo. Además, cinco jugadores, incluido el capitán Bruno Sbrocco, no pudieron sumarse al plantel debido a las fechas del torneo. Este tipo de inconvenientes, según Medina, podría resolverse con un calendario anual que permita una mejor planificación. “Con un cronograma establecido, los jugadores podrían organizar sus situaciones personales en función de los partidos. Además, el Seven podría incorporarse a la rutina competitiva durante todo el año y no solo en época de vacaciones”, concluyó.
Pese a estas dificultades, el equipo está enfocado en competir al más alto nivel y confía en sus posibilidades. “La idea es dejar a Tucumán en lo más alto posible. Sabemos que el Seven es un torneo diferente, pero creemos que por los jugadores que tenemos vamos a pelear arriba. Esa es la intención”, aseguró el entrenador. El grupo que enfrentará Tucumán no es ajeno al seleccionado, ya que tanto Paraguay como Mar del Plata fueron rivales recientes en torneos argentinos. Sin embargo, Medina subrayó que el contexto del Seven cambia las dinámicas habituales, lo que añade un toque de incertidumbre y emoción al certamen.
El plantel de Los Naranjas llegará a Mar del Plata hoy al mediodía, con la intención de adaptarse rápidamente y estar listos para su debut pocas horas después. Más allá del resultado deportivo, esta experiencia se presenta como una oportunidad valiosa para seguir desarrollando el rugby tucumano, fortaleciendo la identidad del equipo y mostrando el talento de una provincia que históricamente fue protagonista en el rugby argentino.