Mercado nacional de fertilizantes potásicos y Tucumán: tema interesante de conocer y analizar para el sector agrícola, pero también para la economía de la provincia, pues se encuentra directamente vinculado a otro tema que puede ser de extraordinaria importancia para Tucumán, cual es la industrialización de la vinaza para obtener los fertilizantes potásicos que necesita el país. Un parte gruesa de esto ya lo abordamos en LA GACETA Rural del 6 de julio.

Antes de comenzar con las cifras nacionales, vale señalar que el mercado mundial se ha visto sumamente alterado desde que Rusia invadió Ucrania, puesto que aquel país junto a Bielorrusia son los principales exportadores y ello influyó en el precio internacional del producto, al punto que hizo caer el consumo en varios países (entre ellos Argentina) pues somos importadores netos del potasio con un 97 % de las necesidades. Conocemos que este tema no hace a nuestro sector cañero por la riqueza en potasio de nuestros suelos y que satisface lo que necesita el cultivo, salvo en pequeñas áreas más arenosas, donde hay poco potasio. Pero el tema interesa mucho al sector hortícola, más el frutícola y tabaco, arroz, etc.

Distintas estadísticas

Para el año 2023 tenemos distintas estadísticas y que difieren en algunos números en cuanto a importación y consumo. Empezando por Ciafa (Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes) indica lo siguiente: el consumo agropecuario de fertilizantes potásicos fue de 58.615/t en 2023, en tanto las importaciones fueron de 42.678/t con una pequeña producción nacional de 3.675/t pero como “tiosulfato de potasio”, en tanto el país agrícola consume el Cloruro de potasio y en menor medida el sulfato. Señala esa cámara que la oferta al mercado es de 46.363/t/año y el consumo lo encabeza el cloruro con 56 % y luego el sulfato, el nitrato, etc. Agrega un dato importante que es el consumo de la mezcla N-P-K (nitrógeno, fósforo y potasio) con 108.846 /t. Por su parte, el Indec informa para 2023 una importación total de los potásicos de 53.208/t y un consumo de 56.793/t con la diferencia de 3.589/t que es aquella producción nacional del “tiosulfato” (6.3 %). Si tomamos los precios al día de hoy, que están en U$S 580/t (sin IVA) y al cambio de $ 1.049 por dólar, serían en bruto unos $ 608.420 / t.

Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario indica que en 2023 el mercado argentino requirió 59.000/t de estos fertilizantes potásicos, pero que solamente se importaron 44.915/t, es decir valor cercano al dado por la Cámara. En dólares esa importación sería de U$S 26.050.000 /año.

Dentro de todo lo explicado es importante cuales serían los ingresos que puede tener Tucumán si se industrializa la vinaza con esos fines. Para producir un litro de alcohol surgen 13 litros de vinaza y si tomamos una producción promedio de 311.249 m3 de alcohol total, surgen 4.046.237 m3 de vinaza/año. Como ejemplo, desde una destilería tipo de 100.000 litros/día, salen 1.300 m3 del efluente con un contenido medio del ión potasio de 1.42 %. Con el sistema de industrialización propuesto en su oportunidad por la UTR (ver LA GACETA Rural del 6 de julio) se obtendrían 18,46/t de potasio por día y llevado a cloruro de potasio se hacen 35,20 /t/dia. Ampliando el ejemplo para las nueve destilerías (admitiendo los distintos niveles de producción de cada una), producirían 316,80/t del cloruro por día y con 250 días promedio de actividad anual, surgen así 79.200/t/año del cloruro.

Esto en dólares, al valor de hoy, serían U$S 45,9 millones año (sin IVA). Como hemos visto, Argentina es un importador neto de esos productos. Entonces observamos que si se industrializa la vinaza, ese efluente podría cubrir toda la demanda nacional y encima exportar, donde Brasil sería el mejor cliente. En 2018 se alcanzó la mayor importación con 67.000/t pero en 2022 ya había bajado a 53.000/t, cosa que se mantuvo en 2023. Desde los EEUU viene la mayor cantidad, con 18%; luego Marruecos, con 16 %; después China, con 12%; y Rusia, 6%.

Panorama alterado

Como ya señalamos, lo de la guerra con Ucrania alteró todo el panorama y así Argentina pasó a comprar a Canadá. Los grandes exportadores, según el IICA (Instituto Interamericano de Ciencias Agricolas) son Rusia con 16.6%; China 15.2%; Canadá, con 8.7%; y Marruecos, con 7.5%, etc. Ese instituto explicó en 2023 sobre el aumento del precio en el valor de las importaciones de fertilizantes en el grupo de países ALC (América Latina y Caribe) y ellos expresan con claridad que a partir de 2023 ese valor subió 137% mientras bajaba el volumen de las toneladas importadas, pues apenas creció 4%. Allí mencionan que Argentina bajó el volumen de importación en 19.1 %, en coincidencia con Ciafa y la BCR. ¿A qué viene todo esto? Ahora Tucumán, con la Ley 9.803, que se adhiere a la Ley Nacional conocida como RIGI, sancionada para alentar grandes inversiones, implica que allí estaría la provincia dando nacimiento a una nueva industria, partiendo de un efluente muy conflictivo por su enorme poder de contaminación (ya sea al aire o al agua natural).

Para ilustrar más sobre este punto, la vinaza que circula por acequias (para regar por ejemplo) emite al aire 2.23 /Kg/m3 de dióxido de carbono, más metano, etc; pero es más grave cuando, vertida en cauces naturales de agua, agrega unas DBO y DQO (demandas bioquímicas y químicas de oxígeno) con valies entre 58.000 a 83.000 ppm (partes por millón), con lo cual hace imposible la vida acuática al dejar al agua casi sin oxígeno.