Un juez rechazó los planteos esgrimidos por la querella y la joven que denunció a los cuatro jugadores de Vélez por abuso sexual deberá entregar dos celulares para que sean peritados.

De acuerdo con la denuncia, la joven dijo que fue atacada en la habitación de un hotel por Braian Cufré, José Florentín Bobadilla, Abiel Osorio y Sebastián Sosa. La fiscala María Eugenia Posse acusó a los tres primeros como autores de abuso sexual y al cuarto, como partícipe secundario. Camilo Atim y Florencia Abdala (defensores de Florentín Bobadilla) le pidieron a la fiscala Adriana Reinoso Cuello que solicitara el secuestro de los móviles de la denunciante para que fueran analizados. La representante del Ministerio Público solicitó la autorización.

El juez Gonzalo Ortega aceptó el pedido, pero ordenó que se citara a la joven para que lo entregue y evitar un allanamiento. Reinoso Cuello cumplió con la resolución. El martes, en una reunión la denunciante y los querellantes Patricia Neme y Franco Venditti comunicaron que no entregarán los celulares porque impugnarían la resolución tomada por el magistrado. Además, aclararon que sólo tenían un celular, porque el otro se había extraviado. Ortega analizó las argumentaciones que hicieron los querellantes y decidió rechazarlas. “La vía recursiva intentada no presenta las exigencias objetivas de admisibilidad, no prevé como impugnable la resolución que dispone una medida investigativa como la dispuesta a petición del MPF, no siendo fundamento suficiente afirmar que, a criterio del recurrente, la decisión impugnada sería infundada o violatoria de principios y/o derechos”, sostuvo. Los pasos a seguir deberán ser resueltos por la fiscala Reinoso Cuello.

Por otra parte, ayer se suspendió una audiencia vinculada a este caso. Atim y Abdala la habían solicitado para que la Justicia autorizara a Florentín Bobadilla a viajar a su Paraguay natal para pasar las fiestas. Sin embargo, el tema ni siquiera fue tratado, puesto que los querellantes Neme, Venditti y Patricio Char están de licencia y la joven denunciante no tenía profesional que la asistiera.

El arquero Sosa, pese a la oposición de los representantes legales de la víctima, sí consiguió autorización para viajar para visitar a sus parientes de Uruguay.