El tucumano Mariano Campero fue uno de los tres diputados expulsados de la Unión Cívica Radical (UCR) luego de haber apoyado los vetos del presidente Javier Milei contra el aumento de haberes jubilatorios y de presupuesto universitario.
Antes del inicio del nuevo año parlamentario, que promete redefiniciones en la conformación de los bloques, determinó la la salida del ex intendente de Yerba Buena, de Martín Arjol (Misiones) y de Luis Picat (Córdoba).
En la decisión del Tribunal de Ética de la UCR, divulgada esta semana y rubricada por la jueza electoral María Servini, se aclara que "no se está endilgando una inconducta por haber votado aparatándose del bloque o simplemente por haber cambiado el voto" sino que consideran "inadmisible ignorar el contexto en el cual se desarrolló el comportamiento reprochado y las circunstancias que rodearon la decisión de votar favorablemente a la aceptación del veto".
En ese marco, recuerdan que los diputados sancionados, al igual que el correntino José Tournier (miembro de la bancada, pero sin afiliación al radicalismo) se reunieron con Milei antes de cambiar su decisión y apoyar su veto, que finalmente terminó ratificado por un tercio de la Cámara baja. "No se trató de ningún acto sorpresivo, al que los participantes pudieran haber sido inducidos, sorprendidos o engañados, sino una actitud deliberadamente provocadora, a sabiendas del impacto que ese encuentro", consideró el Tribunal de Ética en su fallo.
Desde que inició el receso legislativo, se incorporó un diputado más del radicalismo al grupo de los alineados con el oficialismo. Se trata de Francisco Monti, quien participó de un encuentro con el grupo de "radicales libertarios" y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El propio catamarqueño fue el encargado de difundir la reunión en sus redes sociales, con una publicación en donde destacó la "valiosa conversación con Patricia Bullrich para hacer balance del año y repasar agenda de trabajo para los desafíos que vienen".