La importancia de la reforma del estatuto radica, principalmente, en dotar a la institución de una letra matriz que no solo sea válida para el presente, sino también para los próximos veinte o veinticinco años.

Entre los aspectos más relevantes, el presidente podrá tener un único período con la posibilidad de una sola reelección, tras la cual deberá retirarse. Esto evitará situaciones como las vividas hasta ahora y garantizará una alternancia saludable para la institución. La creación de una Junta Electoral Permanente representa un gran avance, ya que permitirá a las agrupaciones acceder a información certera e inmediata sobre los socios, cumpliendo así un rol clave.

El estatuto, además, regula aspectos del futuro. Cuando alcancemos una base de 15.000 socios, se implementará el sistema de asambleístas. Este sistema permitirá que, por cada 100 socios aproximadamente, se elija un representante para participar en las asambleas ordinarias, de forma similar a lo que ocurre en los grandes equipos del país.

El cambio más significativo es la inclusión de las minorías y la regulación de los nuevos organismos de control.

Hoy contamos con un estatuto moderno, pensado para el beneficio de todos los socios y orientado al crecimiento de Atlético. Tenemos la esperanza de que el trabajo realizado en 2024 sirva hasta, al menos, 2050.

Llevamos ocho meses trabajando en esta reforma. Se demostró que el oficialismo y la oposición pueden colaborar en un proyecto común. Logramos un consenso real. Las ideas y el diálogo prevalecieron sobre el personalísimo y las diferencias políticas.