Barroco en Fusión propone un cautivante recorrido por las músicas que cruzaron el océano Atlántico de un extremo a otro entre los siglos XVI y XVIII. Este concierto revela cómo los intercambios culturales entre Europa, América y África dieron lugar a una rica transformación sonora que aún resuena en el folclore latinoamericano de nuestros días. Es una puesta con propuesta audiovisual, la imagen y la poesía ira acompañando la música para acercarnos a la historia de la fusión de nuestros orígenes.

La Follia Compañía de Música Barroca, con la dirección de Guido Nazar y la puesta en escena de María José Stefani se presentaron ayer y repetirán hoy, a las 21.30, en la Sociedad Francesa (San Juan 751). “Las canciones no son propias, pero los arreglos sí, es decir: la música ha sido extraída de facsímiles originales y adaptadas para los instrumentos con los que contamos en este programa”, explica el director.

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La formación está integrada, además por Freddy Powell, Victoria López Ninoff, Mariel Rizo Mender, Alejandro Brandán, Juan Manuel Benedicto, Daniel Albarracín y Lucía Jatib.

Nazar cuenta que “Ecos de Ultramar” habla de intercambio, tanto de música, instrumentos, comidas, todo tipo de conocimientos y hasta costumbres. “Nos muestra las bases culturales del criollismo latinoamericano y como éste se forjó entre los siglos XVII y XVIII”, precisa.

- ¿Cómo se hallaba la música en América, ese criollismo que decís?

- Es importante aclarar que América tenía su música y formaba parte de diferentes tipos de rituales, por esto es que no es extraño que la música haya sido un puente comunicativo (en primera instancia) entre los colonos y los naturales, es decir, al incluir la música en sus ritos, los nativos se vieron cautivados por estos nuevos sonidos de instrumentos complejos y desconocidos y fue la música, en muchos casos, quien salvó la vida a miles de colonos que se adentraban en las espesuras del continente de los ataques defensivos de pueblos nativos. Ya en el siglo XVII la música formaba parte de la vida americana, tanto en la iglesia, como en las milicias y la vida doméstica casi como lo era en Europa. En este siglo se dio el mayor tráfico cultural, los enormes navíos no partían desde Cádiz sin tener a bordo libros (mayormente de uso litúrgico e instructivos) instrumentos musicales, partituras y por supuesto cantores e instrumentistas que embarcaban rumbo el nuevo mundo cargados de curiosidad e ilusión, ya sea para trabajar en las primeras catedrales americanas o bien para servir a personajes distinguidos, como es el caso de Lucas Ruiz de Ribayaz que viajó en 1667 a Lima con la comitiva del Conde de Lemos recién nombrado Virrey del Perú, de la que también formaba parte Tomás Torrejon y Velazco (dos músicos que integran el programa del concierto).

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- ¿Qué piezas incluyen en el concierto?

- Nuestro programa incluye piezas de compositores emblemáticos españoles del siglo XVII, como José Marín y Sebastián Durón, así como composiciones de autores anónimos halladas en códices y colecciones americanas, entre ellos el Códice Zuola, el Códice Martínez Compañón y el Archivo Musical de Chiquitos en Bolivia. El uso de instrumentos de época será fundamental para alcanzar la fidelidad sonora y estilística de las interpretaciones, haciendo de este evento una oportunidad única para experimentar la música barroca en su contexto más auténtico.