En un fallo casi sin precedentes en la provincia, la Justicia condenó mediante un juicio abreviado a padre e hijo a tres años de prisión condicional por el delito de abigeato agravado.

El episodio ocurrió en una estancia ubicada en la ruta 311, a 16 kilómetros de San Pedro de Colalao. Según la acusación presentada por el fiscal de instrucción en Robos y Hurtos, Arnoldo Gustavo Suasnábar, entre los días 30 de noviembre y 2 de diciembre de 2018, Eduardo Alfredo Isa Massa, junto a su hijo, Eduardo Mohamed Isa Massa, ingresaron al terreno de su vecino, cortaron los alambres que daban al oeste de su propiedad y previo acuerdo de voluntades sustrajeron cinco terneros raza Bradford y un toro de dos años de igual raza, los llevaron hacia los corrales de su terreno y les alteraron sus marcas identificatorias.

El hecho comenzó a investigarse luego de que el dueño de la estancia, Raúl Antonio Chebaia, notara la ausencia de parte de su ganado. Fue así que junto a un empleado recorrieron el terreno para buscar algún indicio del paradero de los animales. Al encontrar las huellas del toro decidieron seguir el camino que había quedado marcado y de esa forma ingresaron por un camino de tierra hacia el paraje de sus vecinos y descubrieron que estaban sus animales encerrados en un corral y que sus marcas identificatorias habían sido modificadas.

El damnificado se acercó a la comisaría más cercana para advertir lo sucedido y luego efectuó la denuncia correspondiente en el Ministerio Público Fiscal, aportando evidencias fotográficas que había registrado con su celular. Días más tarde la Unidad Fiscal solicitó que se allanara la propiedad de los Isa Massa y el personal policial halló al ganado en disputa. Luego de proceder a su secuestro, Chebaia pudo recuperar sus animales y decidió continuar con el proceso judicial, aún sabiendo las complicaciones que suelen presentarse en las investigaciones de delitos rurales, especialmente de abigeato.

Fue así que la Fiscalía imputó en 2018 a Eduardo Alfredo Isa Massa y a Eduardo Mohamed Isa Massa como coautores del delito de abigeato agravado. En sus primeras declaraciones, los procesados negaron la acusación en su contra y sostuvieron que no habían sustraído los animales, sino que los habían comprado a otro vecino pero dijeron que el vendedor no les había entregado los papeles correspondientes para acreditar la transacción.

Las pericias continuaron y la causa fue elevada a juicio en febrero de 2024. Sin embargo, la querella, a cargo de Arturo Forenza, el MPF y la defensa, representada por Jorge Fernando Pabon y Sergio Gustavo Pérez lograron llegar a un acuerdo y el pasado 13 de noviembre presentaron un convenio de juicio abreviado.

El auxiliar de fiscal Abel González expuso ante el juez Eduardo Romero Lascano la teoría del caso, las evidencias que sustentan su hipótesis y la pena acordada con las partes. Luego de que los imputados reconocieran su responsabilidad penal, el magistrado resolvió hacer lugar al convenio y condenó a padre e hijo a tres años de prisión condicional y dispuso una compensación económica de $5 millones junto a una serie de reglas de conducta, entre las cuales se ordena la realización de un tratamiento psicológico para ambos.

“Estamos conformes con la sentencia. Es un delito por el cual no existen muchas condenas en Tucumán”, le manifestó Forenza a LA GACETA. El querellante remarcó las dificultades que presentan las investigaciones de delitos de esta índole, principalmente debido a la falta de recursos. “La Policía no cuenta con los elementos necesarios para perseguir el cuatrerismo en el interior de la provincia. Por eso ha sido muy importante en esta historia la rápida reacción de la víctima, como así también el trabajo de la Policía de la zona la cual, llevó a cabo de forma inmediata, los distintos procedimientos que permitieron luego los allanamientos”, sostuvo.