Que el árbol no tape el bosque. Más allá del sinsabor que dejó la derrota no deseada -aunque podría decirse “digna”, en función de las circunstancias- ante Independiente, la necesidad de Atlético es mirar hacia el mediano y el largo plazo, sentando las bases para conseguir regresar al plano internacional, finalmente. En otras palabras, ahora le cabe definir su proyecto futbolístico 2025.

Ya quedó atrás la decisión -polémica- de Fernando Espinoza de pitar a instancias del VAR un penal que habitualmente no se cobra en el fútbol argentino. También la irresponsabilidad de Marcelo Estigarribia de dejar a su equipo con 10 en el momento más inoportuno, amén de lastimar a un colega rival. La caída por 2-1, que bien pudo haber sido empate por la falta de contundencia del anfitrión y la enjundia del “Decano”, que no se resignó a su suerte pese a jugar más de una hora y cuarto con un hombre menos, ya forma parte de la historia de un torneo que se acaba.

Eso sí, la velada en el “Libertadores de América” sirvió para ratificar el espíritu de un Atlético que sale a jugar de igual a igual en cualquier cancha, sin complejos. Y que después de dejar atrás el fantasma del descenso -mucho antes de que la AFA lo aniquilara para esta temporada- se convirtió en un equipo de cuidado para cualquiera. Sobre todo jugando en Tucumán, pero incluso también fuera de casa, más allá de que en esa condición los resultados fueron escasísimos (apenas dos triunfos en el último año calendario) y la cosecha de puntos muy magra.

Algo más. Poco antes de que lleguen las vacaciones y se abra el mercado de pases con sus dimes y diretes, y ante la probabilidad cierta de que los dirigentes le renueven la confianza y el contrato a Facundo Sava, la noche del lunes volvió a dejar en claro que existe una columna vertebral: de permanecer esos jugadores y afirmarse en su rendimiento, la tarea de renovación que inevitablemente deberá afrontar el “Deca” podría tener mejores perspectivas.

En Atlético comienzan a analizar el caso de cada uno de los futbolistas

¿Se quedarán Tomás Durso, Nicolás Romero, Renzo Tesuri y Mateo Coronel? Cada situación, en lo personal y lo contractual, es diferente. Lo cierto es que en Avellaneda todos ellos volvieron a dar señales de su jerarquía, algunos de manera constante, otros en cuentagotas.

Antes de abandonar el estadio con rumbo al hotel, también dejaron su impronta, compartieron su mirada en el diálogo con la prensa. Revelaron su bronca y también hicieron hincapié en el vaso medio lleno que dejó la derrota ante el conjunto de Julio Vaccari.

“Estoy con bronca, merecíamos llevarnos un punto al menos. ¿Si atajé bien? Yo miro más que nada lo que le pasa al equipo, no mi situación personal. Creo que hicimos un torneo bueno, nos paramos en cada cancha de la mejor forma. Es un balance muy positivo, sobre todo en la segunda mitad del año”, afirmó Durso, la figura del “Decano” en la cancha de Independiente. Sobre el arquero también opinó su compañero Tesuri: “Nos da tranquilidad, confiamos mucho en él”, aseguró.

En tanto, Romero resaltó sobre la actuación del equipo: “Lo positivo es que dejamos todo, jugamos con un amor propio impresionante, jugamos por la camiseta, nos corrimos todo”.

“No cumplimos el objetivo de clasificar a una copa, eso nos dolió muchísimo… Ahora trataremos de terminar de la mejor manera y ya (ponernos a) pensar en el año que viene”, agregó el zaguero. “Antes vamos a regalarle una victoria a nuestra gente”, prometió Romero de cara al cierre de la Liga en el “José Fierro” el lunes, en el clásico regional frente a Central Córdoba de Santiago del Estero.

Tesuri lamentó el segundo gol del “Rojo”. “Nos lastimaron de pelota parada. Sabíamos que si aguantábamos un poquito más, alguna nos iba a quedar porque ellos iban a tener que salir a buscar”, afirmó.

Ante la consulta de LA_GACETA sobre si haber sacado solamente un punto de los últimos nueve perfila un cierre de año con sabor amargo, el volante reconoció: “Si lo vemos así, queda un sabor amargo. Pero ahora vamos a intentar dejar los tres puntos en casa. En realidad, en todas las canchas dimos batalla, mostramos carácter, aunque de visitante nos está costando un poco… Es una cuestión de tiempo y trabajo salir adelante también fuera de nuestra casa”.

Por su parte, Coronel admitió la bronca de irse con las manos vacías. “Hicimos un gran esfuerzo todo el partido con un hombre menos… Rescato la entrega que tuvo el equipo”.

“Mis sensaciones por momentos fueron buenas, en lo individual pude hacer algo, pero muy lejos del arco… No tuve situaciones, salvo la que peiné para el gol de Mateo (Bajamich), pude contribuir con eso”, puntualizó el delantero.

“Con uno menos se hizo más cuesta arriba, pero así y todo dimos la cara. Pudimos haber empatado e incluso ganado”, añadió Coronel antes de realizar su balance. “En lo personal fue un año duro, con dos o tres lesiones. En lo colectivo, venimos haciendo un buen trabajo”.

Habrá que ver qué sucede con los referentes, con los veteranos como Guillermo Acosta y Luis Miguel “Pulguita” Rodríguez (sin minutos en cancha en esta oportunidad en Avellaneda) cuya jerarquía superior es indiscutible, más allá de las limitaciones que a todo el mundo le van imponiendo los años.

Pero más allá de todo queda claro que Atlético modelo 2025 ya comienza a armarse.