Las guerras Ucrania-Rusia, Israel-Hamas, entre tantos otros conflictos bélicos de menor escala, no solamente generan muerte y destrucción, sino que también incrementan el gasto militar mundial. Según el Stockholm International Peace Research Institute (Sipri), el dinero destinado a armamento y defensa en general creció el 2,3% en 2023, y aumentó en las cinco regiones geográficas por primera vez desde 2009.

El gasto militar es el conjunto de todas aquellas erogaciones  que tienen como destino la seguridad de una nación, excluyendo a las fuerzas internas como policías o cuerpos de seguridad no militares. Este tipo de desembolsos mantienen las fuerzas armadas tanto en términos de equipamiento como de personal.

El Sipri calculó que el año pasado los gobiernos destinaron una media del 6,9% de sus presupuestos al ejército o U$S 306 dólares por persona. Los países de África son los que más han aumentado su gasto (representan el 22% del total) mientras que el menor incremento sucedió en América Latina (2,2%).

Los Estados Unidos siguen siendo, por amplia diferencia, el país que más gasta en armamento: los U$S 916.000 millones  desembolsados en 2023 superaron el gasto combinado de los otros nueve países que figuran entre los 10 que más gastan y multiplicaron por 3,1 el del segundo país, China.

El efecto Putin

La tendencia al aumento del gasto militar por parte de los estados europeos en respuesta a la invasión a gran escala que emprendió el autócrata ruso Vladimir Putin contra Ucrania cobró fuerza en 2023.

-39 de los 43 países europeos aumentaron su gasto militar.

-La suba del 16% del gasto total europeo se debió a un incremento del 51% del gasto ucraniano.

-10 de los 28 miembros europeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) alcanzaron el objetivo de gasto del 2% del producto interno bruto.

En Asia y Oceanía, el gasto militar aumentó otro año consecutivo como viene ocurriendo desde hace 34 períodos. El motor es China, que llegó a un nivel del 6% hasta lograr los U$S 296.000 millones de dólares en 2023. Esto influyó en las decisiones de los países vecinos que tuvieron que aumentar su gasto también. Japón elevó el 11% los desembolsos en defensa: se trata del mayor incremento interanual del gasto desde 1972.

En Oriente Medio se estima un incremento del 9% liderado por países como Arabia Saudita, Israel y Turquía. Estos movimientos aparecen vinculados al enfrentamiento entre Israel y Hamás, y las tensiones con Líbano, Irán y Siria.