El reciente acuerdo firmado el 6 de diciembre entre el Mercosur y la UE me parece positivo pues abre la posibilidad de traer beneficio a diversos productos tucumanos y argentinos ya que hasta hoy no entraban a la UE a pesar de un débil tratado comercial de 1990.

Si entraban productos (como por ejemplo maíz) tenían una serie de condicionamientos. La UE se mantuvo con una economía muy cerrada y reconocida por la OCDE desde 1960 cuando los primeros países que se juntaron para dar nacimiento a la CEE (luego sería la UE) firmaron el famoso Pacto de Roma, para favorecer y empujar su propia producción agrícola y agroindustrial y así no depender en ello de terceros países, todo por el sabor amargo en cuanto a esos alimentos primarios que les quedó luego de la Segunda Guerra Mundial.

Ese Pacto incluía severas medidas de proteccionismo con muy altos aranceles en aquellos productos y a su vez una tremenda política de subsidios agrícolas para que sus productores produzcan mucho y sin pérdidas económicas y por otro lado enormes subsidios a la exportación sin tomar en cuenta los precios en el mercado mundial. El tema de fondo era producir mucho y exportar mucho pues para eso lo garantizaban los Estados de la UE. Los subsidios agrícolas para los productores eran con cinco modalidades diferentes y que se aplicaban según los casos y productos y después estaba el subsidio a la exportación.

En esa política cerrada solo estaban exceptuados aquellos países de la ACP (África, Caribe y Pacífico) pues todos ellos habían sido colonias europeas. Eran tan fuertes los subsidios a la exportación que en un momento dado la propia OMC tuvo que obligar a la UE (como miembro de dicha organización internacional del comercio) a terminar con los subsidios a la exportación de azúcar pues siendo el principal exportador (allá por 2005) terminaba distorsionando todos los precios del mercado mundial azucarero y el resto de los países que también exportaban azúcar pagaban las consecuencias. Entre ellos Brasil y Argentina y muchos otros.

Al dejar esa política la UE se abrieron las puertas sobre todo a Brasil (hoy primer exportador mundial) y a Tailandia, entre otros. Dicho Pacto de Roma duró hasta 2017 (57 años) pese a la fuerte resistencia de Francia que hasta hoy día desea bloquear el acuerdo.

El problema de fondo de ellos es que la unidad económica de las granjas en la UE es de 19 hectáreas según FAO y por ello necesitaban los subsidios. Desde 2017 a la fecha la incidencia del sector agrícola de la UE en el contexto global bajó del 1.8% al 1.2% y por esas razones viene bien el Acuerdo con el Mercosur. Así Argentina podrá jugar un gran papel, según mi entender, para cubrir demanda de muchos productos. El Acuerdo del 6 de diciembre rompe aquella cerrazón. Si bien falta que el Parlamento Europeo apruebe el mismo todo parece indicar que es factible (aunque llevará su tiempo) pues son necesarios los votos de 15 países sobre 27.

El Acuerdo elimina un 70% de los aranceles actuales que aplica la UE. Todas las grandes cámaras empresarias argentinas (industria o comercio, etc.) expresaron plena conformidad al Acuerdo pues ven un mercado potencial de unas 500 millones de personas. Solamente, como ejemplo, Argentina es un gran exportador del biodiésel a la UE y también exporta algo del alcohol “buen gusto“, con lo cual ahora se abre un panorama interesante en ese aspecto. Quizás también con el azúcar orgánica.

Con el biodiésel el tema tiene sus vaivenes pues el producto argentino es con aceite de soja, que le compite al que fabrica la UE con aceite de palma. Además habían puesto el conocido “índice de yodo” para arancelar más el producto de aquí. Eso se termina. Argentina es sexto productor mundial del biodiésel. La UE le dio un cupo al producto con un arancel del 6.5%. Según la “Oil World” nuestro país produjo en 2023 950.000 toneladas del biodiésel pero se reconoce una capacidad fabril ociosa pues puede producir 3.9 millones/ton/año.

Otro producto que apareció en escena para facilitar el acuerdo fue el notable interés de la UE en las grandes reservas de litio que tiene Argentina. Ahora veamos en forma muy resumida cuáles productos podrá colocar nuestro país si se aprueba totalmente el Acuerdo. Se empieza con 99.000 ton carne bovina, luego 60.000 ton de arroz, además del poroto de soja (en la UE no se la cultiva), más el maíz , frutas varias (peras, manzanas, ciruelas, cerezas, etc.), frutos secos, harina de soja, arándanos , miel, aceite de oliva, vinos, cebada, malta, legumbres (garbanzos y porotos); productos de pesca (como la merluza), lana; y entran todos los cítricos, etc. Es decir un amplio e interesante panorama, analizado objetivamente.