Un verdadero caos se desató en Corea del Sur luego de que su presidente, Yoon Suk Yeol, anunciara la declaración de una ley marcial de emergencia. Seúl se convirtió en un escenario de incidentes entre manifestantes que buscaban entrar a la clausurada Asamblea Nacional y se enfrentaban con las fuerzas de seguridad que la custodian, mientras adentro del Congreso la mayoría opositora votó a favor de desafiar al mandatario conservador y derogó de inmediato la controvertida medida.

Así, tras las protestas y una fuerte presión, el presidente surcoreano prometió en la noche de este martes levantar la ley marcial. Yoon señaló que su gobierno retiró el personal militar que había sido desplegado, y que retirará formalmente la norma luego de una reunión del gabinete “en cuanto lleguen los miembros”. Miles de manifestantes surcoreanos frente al Parlamneto celebraron el anuncio.

Para justificar su medida, el conservador Yoon acusó a la oposición del país de controlar el Parlamento, simpatizar con Corea del Norte y paralizar al gobierno con actividades antiestatales, en una inesperada escalada.

La controvertida medida recuerda a una era de líderes autoritarios que el país no había visto desde la década de 1980, y fue inmediatamente denunciado por la oposición y por el líder del propio partido conservador de Yoon.

Los medios transmitieron cómo el caos se adueñó de los alrededores del Parlamento, mientras la policía y los soldados trataban de evitar que la gente entrara al edificio durante la madrugada del miércoles (hora local). Los agentes de policía con chalecos amarillos de neón fueron rodeados por multitudes de manifestantes y periodistas mientras los helicópteros sobrevolaban el cielo nocturno.

Mientras tanto, el presidente de la Asamblea Nacional, Woo Son-shik, dijo que la declaración de ley marcial había quedado “nula y sin valor” después de que los legisladores aprobaran una resolución exigiendo su levantamiento. Los congresistas aplaudieron cuando exigió que los soldados y la policía abandonaran el recinto de la asamblea. No quedaba claro todavía cómo reaccionarían las fuerzas de seguridad tras la votación del Poder Legislativo.