La suerte en la lotería genética y una vida saludable son los factores que determinan una vida longeva. No obstante,existe un condicionante un poco más desconocido que también puede definir una esperanza de vida más larga, como lo es la psicología. De acuerdo con los especialistas, existen rasgos característicos de aquellos que pueden llegar a los cien años con buena salud, y que no solo comprende a la condición física, sino más bien a nuestra mente.
Murió el hombre más longevo del mundo a los 112 añosLa longevidad es una tendencia propia de los últimos tiempos. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la esperanza de vida contemporánea supera los 60 años. Es decir, la mayor parte de nosotros vivirá más de ese plazo. Los cálculos advierten que entre 2020 y 2050, el número de personas de 80 años de edad se triplicará hasta alcanzar los 426 millones.
La importancia de la psicología para vivir más de 100 años
Sin embargo la longevidad esperada es aquella en la que podamos disponer de un factor fundamental: la salud. Según el organismo, la gran mayoría de las personas no puede disfrutar de aquellos años adicionales debido a un deficiente bienestar.
Entre los factores condicionantes para lograr una vida longeva y saludable, la piscóloga y académica de la Universidad Complutense de Madrid, España, María Dolores Merino Rivera, ha destacado uno fundamental: la psicología. La especialista que lleva años investigando a las personas que llegan a los 100 años descubrió en uno de sus estudios más recientes, publicado en The Journal of Happiness Studies, que este grupo comparte 19 recursos psicológicos, los que agrupó en categorías que son compartidas por otros académicos.
Los rasgos psicológicos característicos de las personas que viven más de 100 años
Según la especialista, estos son los rasgos psicológicos de las personas más longevas.
1. Vitalidad
"Los centenarios entrevistados están fuertemente conectados con la vida, claramente quieren seguir viviendo. Transmiten energía a través de su actitud y voz", explica el estudio en relación a este primer rasgo psicológico que los investigadores relacionan directamente con la longevidad.
No se trata de escalar montañas o practicar deportes extremos. Hacer sudokus, costura, acudir a grupos de lectura... En definitiva, y tal y como se explica en el estudio, los centenarios aprovechan "las oportunidades que se presenten para estar activos".
2. Disfrutar de la interacción
Los centenarios entrevistados son sociales y disfrutan de vínculos estrechos con sus familiares, amigos y cuidadores. Todos ellos, además, son grandes conversadores. Ambos rasgos no son exclusivos de esta etapa de su vida, sino de una cualidad que han cultivado a lo largo de los años.
Vitalidad, placer en la interacción, compromiso, control, motivación intelectual y positividad, con resiliencia e inteligencia añadidas.
3. Compromiso
El compromiso, en este caso, es entendido como el vínculo psicológico que se adquiere con una determinada tarea e incluye, como explica el estudio de los investigadores de la Universidad Complutense liderados por María Dolores Merino, "competencia, responsabilidad, honestidad y perseverancia".
4. Control
Concreta el estudio que este rasgo psicológico que comparten los centenarios entrevistados para su investigación se refiere a que estas personas "tomaron el control de su propia vida y la dirigieron hacia donde querían ir".
5. Motivación intelectual
Este rasgo está directamente relacionado con la vitalidad a la que se hacía referencia en el primer punto. Las personas más longevas muestran interés y curiosidad por el aprendizaje, incluso habiendo sido autodidactas en algún momento de sus vidas. A pesar de su edad, además, no han perdido el gusto por leer, hacer crucigramas, sudokus... lo que mantiene su mente viva y atenta.
6. Positividad y resiliencia
A pesar de haber atravesado momentos muy difíciles a lo largo de su vida, como pudo ser la Guerra Civil de España, estas personas han sido capaces de superarlos y encontrar oportunidades en la adversidad. Su positividad para enfrentarse a la vida, sin duda, está muy ligada a esta cualidad.