DAMASCO, Siria.- El presidente de Siria, Bashar al Asad, denunció que la ofensiva relámpago de grupos rebeldes, que consiguieron arrebatar de su control amplias zonas del país constituyen un intento de “redibujar” el mapa de Oriente Medio.
La preocupación por la escalada en una zona que ya estaba antes al borde de un conflicto generalizado es enorme. Estados Unidos, defensor de Israel contra los grupos islamistas de Gaza y del Líbano, llamó ahora a todos los países a que utilicen su “influencia” para ayudar a reducir la tensión en Siria, “por la protección de los civiles y, en última instancia, por un proceso político hacia adelante”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
La procedencia y entrenamiento de los insurgentes es motivo de alarma y de análisis.
Es que el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), que dirige la coalición que tomó la ciudad de Alepo, estuvo vinculado al grupo yihadista Al Qaeda y trata desde hace años de convertirse en alternativa política en el norte de Siria, sin convencer a las potencias occidentales.
HTS, aliado a grupos rebeldes, algunos apoyados por Turquía, dice que renegó de los fundamentos de sus orígenes, cuando el grupo se llamaba Jabhat al Nusra y juraba lealtad a Al Qaeda, la red terrorista que, bajo la dirección de Osama Bin Laden, se reivindicó responsable de los atentados de 2001 en territorio estadounidense.
El grupo sirio adoptó su nuevo nombre en enero de 2017 y según International Crisis Group (ICG), cuestionó a los responsables de Al Qaeda y del grupo Estado islámico (EI). Compuesto en su mayor parte por combatientes sirios, se reivindica ahora como una alternativa política local.
A inicios de 2019 tomó el control de la mayoría de la provincia de Idlib en detrimento de otros grupos rebeldes. Y creó un “gobierno de seguridad”, que controla la economía de Idlib y al que la mayoría de los jueces son leales. “Comenzaron a instalar estructuras de proto gobernanza”, indica el Soufan Center, con sede en Nueva York.
“Algunos de esos esfuerzos datan de hace varios años, con tentativas sofisticadas de subvencionar el precio de la alimentación y estabilizar los sectores bancarios y energéticos”.
“Destrucción y fracaso”
En coordinación con las agencias de las Naciones Unidas, el gobierno de seguridad “suministra servicios esenciales a la población”, precisa Jérôme Drevon, experto en yihadismo en el ICG. Y aunque algunos consideren que su poder es autoritario, “ofrece una gobernanza homogénea que contrasta con otras regiones sirias”.
Los niños son la cara más dolorosa de la guerra en SiriaEn 2023, el periodista francés Wassim Nasr se entrevistó con el jefe de HTS, Abu Muhamad al Julani, en la provincia de Idlib. “Ya no están comprometidos en la yihad internacional (...). Consideran que ‘trae destrucción y fracasos’”, dijo Nasr cuando regresó a la revista CTC Sentinel, de la academia militar estadounidense West Point.
“Las mujeres van a la escuela, las mujeres conducen, se ve gente que fuma en la calle. Por supuesto están lejos de adoptar los valores democráticos o los de una sociedad liberal, pero es un cambio”, señala.
Conflicto en Siria: un peligro para la seguridad de toda la regiónUna evolución que para Drevon ha probado su sinceridad. “En enero de 2017, uno podía preguntarse si se trataba de un movimiento táctico de Al Qaeda para no llamar la atención de países como Estados Unidos” sobre HTS, recuerda. “Pero ahora se comporta como un grupo insurgente”, sin “dimensión de terrorismo internacional”.
Israel bombardea instalaciones militares de SiriaSegún Drevon, ese giro ideológico y su potencia frente al régimen de Bashar al Asad debería llevar a los occidentales a “reconsiderar su relación” con HTS.
Aunque aun es considerado como grupo terrorista por la ONU, Estados Unidos y algunos países europeos, “pronto habrá que encontrar formas para administrar esta situación, inclusive abriendo el diálogo”, dice el analista.
Pero varios observadores piden prudencia, y afirman que Hayat Tahrir al Sham sigue siendo un grupo islamista radical, en un contexto sirio tan complejo como cambiante.