El viernes la instalación artística “Argentina (paisajes)”, del colectivo Mondongo, se convirtió en la obra más cara del país, adquirida por el empresario Andrés Buhar.

El coleccionista, músico y emprendedor inmobiliario pagó U$S 1,27 millón, y marcó un nuevo récord.

Hay obras que se venden a autores anónimos y con precios no confirmados; sucede en el país, pero también en la grandes subastas internacionales como Sotheby’s y Christie’s.

En 2019, una instalación de Jorge de la Vega se vendió en la galería Calcaterra a un precio que osciló entre U$S 1,2 millón y U$S 1,3 millón. Aún es un misterio el nombre de su comprador: primero se pensó que fue Juliana Awada; pero la confusión se generó, al parecer, porque pertenecía a su ex marido, Bruno Barbier. No son pocos lo que aseguran que el poderoso empresario Hugo Sigman y su socio Daniel Sielecki fueron los nuevos propietario.

Quien vendió la obra fue la sobrina del ex presidente Mauricio Macri e hija del ex dueño de Iecsa.

Luego de Mondongo y De la Vega, siguen dos pinturas de Emilio Pettoruti: “Concierto” (1941), vendida en Christie’s en mayo de 2012 a U$S 794.500, y “El cantor” (1934), también en Christie’s pero en noviembre de 2008 a U$S 782.500. Y luego, “Ramona espera” (1962) de Antonio Berni, vendida en Sotheby’s en noviembre de 1997 a U$S 717.500.

Seguramente continúa en la lista Guillermo Kuitca y más abajo el tucumano Gabriel Chaile (con trabajos comprados por Eduardo Costantini y el mismo Buhar).

En otras oportunidades se ha señalado que el arte es un refugio para los capitales en tiempos de crisis. Aunque estos dos casos en particular, no sean ejemplo de esa afirmación.

La instalación

Pero, ¿de qué se trata la obra?

La instalación, creada entre 2009 y 2013 Juliana Laffitte y Manuel Mendanha, miembros de Mondongo, se compone de 15 paneles de 2x3 metros que suman 45 metros lineales.

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Están realizadas en plastilina, el material característico del colectivo desde hace algunos años; la obra ofrece una reflexión sobre los ciclos de vida, muerte y renovación, explorando la relación entre el paisaje y la memoria colectiva.

La inspiración surgió de un viaje a Entre Ríos, contaron los artistas. Si se conoce lo que el crítico Kevin Power (crítico de arte que escribió textos sobre artistas de esta provincia) reflexionó sobre esa pieza, la dimensión adquiere otra relevancia. “Quedaron impresionados por la putrefacción fecunda de la vida vegetal y por las señales de muerte y renacimiento tras las devastadoras y frecuentes inundaciones. Poca gente recorre este paisaje por placer que vive tiempos de olvido, perturbado solo por la naturaleza misma”, indica Power. Esta sobrecarga de paisaje nos encierra en los ciclos naturales de vida, muerte y rejuvenecimiento.

Proyecto cultural

Esta adquisición de Mondongo será central en un nuevo proyecto cultural de ArtHaus previsto para instalar en Puerto Madero a partir de 2027, con acceso público y gratuito.

Fue presentada por primera vez en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en 2013, pero la obra ha sido exhibida en diversas instituciones, como en Roma en 2016 y el Museo Provincial de Arte Contemporáneo en Mar del Plata en 2022. Actualmente, forma parte de la muestra inaugural de Malba Puertos en Escobar.

Así como en 2004 el grupo retrató a los reyes de España con espejos de colores, la plastilina construyó los árboles, las ramas, el agua de estos paisajes, con altorrelieve, contó Mendanha.

El paisaje ahogado, podrido por el agua y resucitado por las estaciones, parece ser una metáfora de la Argentina.

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Andrés Buhar (heredero de una empresa siderúrgica y emprendedor inmobiliario, además de compositor musical) compró e instaló “La luchona” de Gabriel Chaile, que se exhibe en el centro de la city porteña (en Mitre al 400).

El deseo de los artistas de que la obra permanezca en Argentina fue un factor clave en su adquisición.

Según Nahuel Ortiz Vidal, director de la galería Barro, Mondongo rechazó ofertas de instituciones extranjeras para asegurar que la instalación se mantuviera en un espacio público en el país” informa Infobae.

¿Y la banana?

El integrante del consejo de Fundación Malba explicó que para él, “Argentina (paisajes)” era “lo contrario de la banana de Cattelan”. Y lo explicó de este modo: “En un momento en que el trabajo artesanal está perimido, ellos van a contrapelo. Es interesante el acto de resistencia”, dijo. Además, catalogó a la obra del dúo como “una gran metáfora de la Argentina, de su capacidad de reinventarse”.

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Buhar destacó la importancia de la instalación en referencia, afirmando que “Argentina (paisajes) impacta por su monumentalidad y representación simbólica, invitando a una reflexión profunda sobre la historia y la resiliencia de los argentinos”.

Cuando regresó de París Berni enfrentó la década infame con dos obras que forman parte ya del patrimonio histórico y cultural del país: “Desocupados” y “Manifestación”, pinturas que cumplen 90 años este 2024.

“Hace una semana se celebró ‘Manifestación’ con otra “Manifestación” en el Malba. La pieza fue realizada por el grupo Mondongo (un trío convertido en dúo, con Juliana Laffitte y Manuel Mendanha, formado en 1999) que desde hace más de dos décadas trabaja con materiales alejados de los convencionales: espejitos de colores, galletitas dulces, pan, monedas, carne, hilos y más recientemente plastilina”, escribí en este diario en junio pasado.