La supremacía mundial de los dinosaurios fue indudable. En un proceso que duró unos largos 30 millones de años, lograron dominar cada rincón de la esfera terrestre diversificándose en tamaños y formas y ocupando cada nicho ecológico. Sin embargo, la historia evolutiva no estaba tan clara, o eso parecía hasta ahora. Unos fósiles bastante particulares ayudaron a los investigadores a entender de qué manera estas especies dominaron el mundo. A través de las heces de los mismos, los estudiosos pudieron definir una consigna primordial: quién se comía a quién.

Hallaron huellas de dos especies humanas diferentes que habitaron la Tierra al mismo tiempo

La respuesta a una gran incógnita de la historia de la evolución pudieron encontrarla los científicos en más de 500 restos digestivos fosilizados de dinosaurios. Aquella reolección del material de investigación duró unos 25 años.  A partir de las heces y vomitos de estas especies, los investigadores puedieron reconstruir la historia evolutiva de los mismos y así determinaron cuáles fueron los factores que faciliatron sus supremacía mundial.

Las heces de los dinosaurios permitieron definir la dieta de aquellas especies

El estudio publicado en la revista Nature buscaba responder a la incógnita del éxito evolutivo de estas especies a través de su alimentación. A partir de contenido digestivo fósil, conocido como bromatolitos, pudieron reconstruir la historia alimentaria en una etapa crucial del desarrollo de los dinosaurios. Un equipo de más de una docena de científicos analizó exhaustivamente los excrementos utilizando técnicas avanzadas, incluido un acelerador de partículas de sincrotrón. Esta tecnología les permitió estudiar cada fragmento de excremento a nivel molecular.

"Los primeros antepasados de los dinosaurios eran altamente oportunistas", afirma Martin Qvarnström, paleontólogo de la Universidad de Uppsala, en Suecia y director del estudio. “Se alimentaban de insectos, peces, plantas… todo lo que tenían a su alcance.” Según Qvarnström, esa capacidad de adaptación en su dieta fue, a largo plazo, lo que les permitió dominar la Tierra a lo largo de millones de años.

El estudio es el primero que busca detallar la evolución reconstruyendo cadenas alimentarias a partir de heces fosilizadas. Recolectarlas ya fue un reto que llevó 25 años. Analizarlas y construir una historia coherente con ellas ha sido “un trabajo detectivesco”, expone Qvarnström. “Cuando empezamos a investigar los primeros bromalitos hace 10 años no teníamos ni idea que daría lugar a un estudio tan grande y complejo”, detalla.

Los investigadores concluyen que este trabajo resalta la importancia de los contenidos digestivos fosilizados como herramienta clave para comprender la vida de los dinosaurios Grzegorz Niedzwiedki/Nature

La historia de los dinosaurios en la cuenca polaca, una región muy concreta del antiguo supercontinente Pangea donde se centra la investigación, comienza con unos pequeños omnívoros que tenían un papel secundario en el ecosistema. La evolución favoreció que unos diez millones de años después aparecieran los primeros carnívoros, y tras otros tantos, los primeros grandes dinosaurios. Fue a partir de entonces cuando las especies se diversificaron rápidamente y comenzaron a dominar todos los nichos ecológicos.

¿Cuáles fueron los descubrimientos sobre la evolución y supremacía de los dinosaurios?

“Pudimos ver por primera vez lo que comían los dinosaurios, de cuáles de las plantas que crecían en los ecosistemas del Triásico y el Jurásico se alimentaban y, lo que es aún más interesante, que probablemente se alimentaban en un sitio diferente de donde encontramos sus heces fosilizadas”, declara a La Vanguardia Grzegorz Niedźwiedzki, paleontólogo polaco de la Universidad de Uppsala que también ha participado en el trabajo. Muchas de las plantas que encontraron dentro de los bromalitos no crecían en los lugares donde los hallaron, según el registro fósil actual.

El análisis de la dieta de los carnívoros también revela detalles interesantes. “Vemos que los carnívoros terrestres se alimentaron más y más de herbívoros recientemente evolucionados”, arguye Qvarnström. “Antes, muchos carnívoros, incluyendo a algunos de los primeros dinosaurios, comían más peces e insectos en un ambiente relativamente duro”, es decir que con el paso de los millones de años, “las redes tróficas acuáticas y terrestres se desacoplaron”.

Este estudio desafía las teorías tradicionales sobre la competencia entre dinosaurios y otros grupos de tetrápodos, como los reptiles no dinosaurios, que dominaban antes de la explosión de diversidad dinosauriana. Mientras que el modelo tradicional sostiene que los dinosaurios superaron a sus rivales por ser fisiológicamente más eficientes o poseer mejores adaptaciones anatómicas, el modelo propuesto sugiere que las extinciones masivas, combinadas con cambios climáticos, fueron cruciales para permitir el auge de los dinosaurios.