Este 2024 fue el año de Lawn Tennis. El equipo “Benjamín” ganó el Regional del NOA después de 10 años, y también conquistó dos títulos que no había obtenido nunca en su historia: el Torneo del Interior A y el Nacional de Clubes (un logro inédito para el rugby tucumano).

Lawn Tennis edificó una temporada soñada bajo el mando de un staff encabezado por Álvaro Tejeda que, en diálogo con LA_GACETA durante el ciclo de entrevistas denominado “Charlas de café”, repasó no sólo el proceso que llevó a sus dirigidos a una temporada brillante sino también su etapa como jugador en la que llegó a vestir la camiseta de Los Pumas.

- Hoy todos te tienen más en la figura de entrenador, ¿pero qué recordás de tu etapa como jugador?

- La etapa como jugador es la más linda del deporte. Los jugadores son los protagonistas. Si hay técnico y no hay jugadores no hay deporte. Tengo muy lindos recuerdos de infantiles, de juveniles, y después de toda mi etapa en el plantel superior. Jugué en Lawn Tennis y pude hacer mi carrera también afuera.

- Estuviste varios años en el rugby italiano, una liga que fue creciendo y que incluso hoy sigue aportando jugadores a Los Pumas. ¿Qué te dejó esa etapa?

- En lo personal, haberme ido chico, a los 22 o 23 años, me hizo madurar, ordenarme, me dio más herramientas. En cuanto a lo deportivo, tuve la suerte de encontrarme con personas de diferentes países con las que entablé relación, y pude enriquecerme un poco. Aprendí cómo viven, cómo es su día a día, y un poco pude sacar cosas buenas y malas de cada cultura. Además, tuve la suerte de haberme encontrado con un entrenador que me ayudó bastante a llegar a lo que soy hoy, que es Craig Green, un ex wing de los All Blacks. Él me enseñó lo que es ser un profesional en todo aspecto de la vida. Yo era más relajado, no captaba tanto lo que era la puntualidad, el compromiso y la seriedad. Sobre todo eso es lo que me enseñó.

- Metiste un try en tu primer partido con Los Pumas (contra Escocia en 2008). ¿Qué recordás de ese duelo, y de los tres que disputaste con esa camiseta?

- Fue un debut soñado porque salió todo bien. Físicamente no estaba como para jugar un partido internacional. El rugby italiano era una liga de segunda línea; estaba muy bien entrenado, pero no a la altura de mis compañeros. Por ese motivo tuve que ponerle bastante cabeza. A ese partido lo trabajé mucho en la semana, en lo mental y lo emocional. Me acuerdo de que traté de sacarme todo el nerviosismo antes de llegar al estadio. Traté de pensar en lo linda que había sido la vida hacia atrás y alguna lágrima se puede haber caído. La verdad que fue una experiencia fabulosa. Jugué dos partidos más y los intenté trabajar de la misma manera. Eso sí, el shock más grande fue el primer partido.

ENORME TRABAJO. Tejeda tomó el mando en 2023 y un año después logró llevar a Lawn Tennis a conseguir un hito en su historia. LA GACETA / Diego Aráoz

- ¿Cómo fue compartir cancha con los compañeros que te tocaron? Muchos de ellos venían de hacer historia en el Mundial 2007, entre ellos Felipe Contepomi...

- A Felipe ya lo conocía porque habíamos compartido en Los Pumitas. Fue muy emocionante. Los venía viendo por tele y era un fanático más. Venían de un Mundial histórico, y empezar esa etapa próxima al Mundial era imponente. Sonó muy fuerte en Italia, y también en mi grupo de amigos, que algunos se habían perdido de verme jugar los fines de semana porque no se transmitía la liga italiana. Fue muy movilizante para mucha gente en torno a mí.

- Tuviste que retirarte antes de lo previsto por cuestiones físicas. ¿Cómo fue esa situación?

- Mi situación fue medio inesperada. Se había terminado mi contrato en Europa y era el año en el que dos equipos de Italia pasaban a competir a la liga celta, que era una liga superior. Entonces los clubes que no habían entrado a ese torneo pasaban a un tercer o cuarto nivel. Los sponsors se habían retirado, la TV también, entonces no me motivaba mucho quedarme. Como estaba dando vueltas el tema del Mundial 2011, me volví a Argentina para empezar de nuevo, porque estaba el PlaDAR (Plan de Alto Rendimiento). Ahí se me manifestaron tres hernias de disco, y tuve que dejar de jugar.

Álvaro Tejeda tomó el mando en 2023 y vivió una temporada perfecta

-¿Cómo fue la preparación para la nueva etapa?

- Empecé con algunos sustos naturales porque mi hija tenía dos años y tenía que volver a empezar. Habíamos ganado plata, pero ni cerca de lo que es para un futbolista o de lo que un jugador puede ganar hoy. Por eso tuve que empezar a trabajar. Sin darte cuenta, cuando te retirás entrás tipo en una depresión, o vas llevando un duelo interno. Creo que en 2017 o en 2018 recién hice clic. Me alejé algunos años, en teoría, por cuestiones laborales; pero estaba medio negado. De a poco volví a entrenar. Empecé de vuelta en juveniles, me empecé a inyectar de nuevo de buenas energías, y empecé esta etapa de entrenador. Ahí comencé a vivir de vuelta el rugby con la pasión que siempre me había caracterizado como jugador.

- ¿Y cómo fue el proceso hasta que te tocó llegar a entrenar a la Primera?

- De juveniles no salí salvo en 2019, que hice scrum con el plantel superior. En 2023 agarré el plantel superior con un grupo de amigos: Sergio Salim, René Sueldo, Alejandro Kargachín y Juan Fornaciari, todos entrenadores míos cuando era juvenil. Ahí empezamos a armar este concepto de grupo de amigos, de entrenadores, donde más o menos compartíamos una misma idea.

- ¿Se imaginaban en algún momento lograr algo como lo que consiguieron este año?

- Es muy difícil decir no y es muy fácil decir que sí. Vos entrenás para ganar siempre. A mí no me gusta perder; juego con mi hijo y le quiero ganar. Pero sí entiendo y sí me gusta el cómo. Entonces, a este grupo de gente le encanta el cómo, desde siempre. El año pasado pensábamos que íbamos a tener algunos resultados mejores. Estuvimos muy cerca en la mayoría de los partidos, pero no se dio. Empezamos el Torneo del Interior B ya con alguna diferencia en cuanto a lo mental; sentía que el grupo estaba dando otras señales. Contra Old Lions en cuartos de final se nos escapó por nada, pero ya sentíamos que era otra cosa. Al año pasado lo había disfrutado muchísimo, y lo terminé con muchas pilas. Me encantó lo que había vivido.

- ¿Y cómo siguió el proceso este año?

Terminamos 2023 con una postemporada muy buena, algo que nunca se había hecho en el club. Al comienzo de este año, en febrero, los entrenamientos eran muy buenos, tenían mucha intensidad y mucho compromiso de todos. Empezaron a pasar los partidos, y comenzamos a ver que había algo raro, algo nuevo, algo lindo. La forma en que se logró todo es la que a todo nuestro grupo nos reconforta. Fijate cómo terminamos el último partido (contra Alumni por el Nacional de Clubes)... Ganando por dos puntos, a pocos minutos del final, los chicos decidieron salir jugando desde nuestro campo y la jugada casi termina en try. Ese es nuestro cheque, ese reconocimiento al juego. Volvimos a darle al jugador el amor al juego, al juego simple y puro. Eso es lo que más me reconforta.

- Uno de los momentos claves del año fue la llegada de Nicolás Sánchez ¿Cómo se dio y qué aportó?

- Lo de Nicolás fue, primero, sorpresivo porque no lo esperábamos jamás. Cuando tienen que pasar cosas pasan en el momento justo. Cuando compartís con él, automáticamente te empezás a enamorar del ser humano, de la persona. Hablaba con Pedro Bottini (tercera línea de Lawn Tennis) y me decía que él le dijo a ‘Nico’ que quería que sea el papá de su hijo por cómo es como persona, ja. Es fantástico lo que logró en el grupo, con los chicos, cómo los llevaba en el día a día, cómo se integró, el respeto que tenía hacia el cuerpo técnico. No todo es casualidad. Ha sido el mejor jugador de Los Pumas, goleador… Creo que todo eso lo vas sumando y te vas dando cuenta el por qué. Es muy difícil que una muy buena persona no termine como terminan las cosas que le pasan él.

- ¿Cómo sigue el trabajo del staff ahora? Es un desafío seguir después de todo lo conseguido...

- Queremos darle una continuidad a este proceso. Ya empezamos a dar una vuelta de rosca, a prepararnos para el año que viene. Es una doble responsabilidad ahora y está muy bueno el desafío: hay que ser mejor que antes. Tengo fuerzas y ganas para armar algo interesante el año que viene. De a poco, con el staff vamos a ir diagramando lo que es Lawn Tennis 2025, que va a ser un desafío sobre todo mental para el jugador. Para nosotros el desafío va a ser ver cómo podemos, de alguna manera, convencer al jugador de seguir con esta intensidad. 

- ¿Qué es el rugby para Álvaro Tejeda?

El rugby me dio todo. Me dio la posibilidad de conocer el mundo, me dio mis amigos, mi familia, la posición que tengo hoy, las relaciones laborales. En una palabra es muy difícil. Es muy difícil encontrar la palabra justa, pero para mí es todo. Álvaro Tejeda sin rugby creo que no sería Álvaro Tejeda.