El partido de Atlético Tucumán en La Plata, es el fiel reflejo de lo que fue el 2024 para la institución de 25 de Mayo y Chile en el aspecto deportivo. Los primeros minutos pintaba para goleada del local, luego se acomodó en el campo de juego, no tuvo la efectividad necesaria para dar vuelta un partido que era de vital importancia y se volverá a Tucumán con las manos vacías, una vez más.

Si entrás tan dormido, probablemente el rival lo detecte -sobre todo si juega de local- y golpee rápido. Eso mismo pasó en El Bosque. A pesar que el “Decano” conoce muy bien esa situación, debido a que suele hacerlo cuando juega en Tucumán, no pudo reponerse y acomodarse rápidamente. Cuando lo hizo, ya era demasiado tarde, perdía 1-0 (resultado que terminó siendo el definitivo).

El gol de Leandro Mamut llegó a los 9 minutos del primer tiempo y hasta ese momento Tomás Durso ya era la figura del equipo, con dos atajadas espectaculares (había un cabezazo a Martínez y un remate de larga distancia de Fernández) y varios centros descolgados. Era cuestión de tiempo para que entre el primero. Y después del primer gol del juvenil platense, los locales tuvieron otras situaciones que no fueron aprovechadas y por eso le dieron una vida al “Decano”, que a la postre no pudo aprovechar.

Recién a los 20 del primer tiempo el equipo de Facundo Sava se acomodó y comenzó a pisar tierra firme. Néstor Breitenbruch empezó a ganar y, sobre todo, anticipar a Castillo y Primante, cortando avances peligrosos y por eso la pelota estuvo más en los pies de los volantes visitantes.

Acosta y Sánchez comenzaron a hacerse eje del equipo, las apariciones por sorpresa de Tesuri comenzaron a ser un problema para la defensa del “Lobo” y la potencia de Mateo Bajamich empezó a hacer daño a la férrea zaga compuesta por Cabral y Morales.

Ojo, Atlético controló un poco mejor la pelota pero continuó durante varios minutos sin poder hacerle daño a Marcos Ledesma. La más clara fue una buena jugada asociada entre Coronel, Infante y Acosta, que Estigarribia definió débilmente a las manos del arquero.

Esos 25 minutos finales del primer tiempo fueron lo mejor de Atlético en el partido, reitero, sin llevarle mucho trabajo a Ledesma, pero insinuando mucho en el borde del área.

Bajamich estuvo muy bien, pero ni Estigarribia ni Coronel pudieron seguirle el ritmo. El complemento auguraba un mejor escenario para los tucumanos, pero nada de eso pasó.

Así como el inicio del partido fue similar al comienzo de año del equipo y esos buenos minutos del primer tiempo se asemejaron a la racha de triunfos consecutivos post Copa América, el complemento en El Bosque fue como el presente del “Decano”, irregular, con altibajos. Errático (tanto dentro como fuera de la cancha) con algunas decisiones. En definitiva, el “Decano” demostró que podría estar mucho mejor en las tablas, pero se deberá conformar con finalizar decorosamente un año que pintaba para ser una pesadilla; pudo maquillar la historia a mitad de camino, pero continuará sabiendo a poco, como la derrota de ayer en La Plata.