Comparto las afirmaciones de la lectora Emilia López en su carta del 23 del cte. sobre las causas de la disparidad de resultados en evaluaciones de lengua y matemáticas. Sondeo frecuentemente a un niño de 8 años, 3° grado, muy bueno en Matemáticas y lento en Lengua, especialmente lectura. “No me gusta” . A veces le pido leer las consignas en el celular, para distintas acciones, y las lee correctamente: seleccionar, compartir, galería. Vuelta a su tarea de lectura: silabeo constante, poca comprensión (por ende). Y... sí. También opino que no es la cantidad de horas de clase, sino la calidad. Educación permanente, capacitación, actualización, perfeccionamiento, son términos ya desconocidos para un gran sector de la docencia. ¿Revolución cultural? Y... ante esta realidad de generaciones que nos superan con ciertas aptitudes... sí. El sector docente debe volver al ruedo. La señora ministra, profesora Montaldo, mostrará la carta de capacitaciones, supongo. Pero debería haber un sinceramiento, luego de un análisis formal. La mayoría son malas. O escasas. O no llegan a los docentes interesados.

Hilda Cristina Ponce

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