Aunque el balance del 2024 será más que positivo para Los Pumas, el cierre tuvo un sabor amargo. Ayer, en el Stade de France, en su último test-match de la temporada, el equipo de Felipe Contepomi cayó 37-23 ante Francia, en un partido donde prácticamente nunca pudo competir de igual a igual.
Luego de la histórica actuación en el Rugby Championship, el elenco “albiceleste” comenzó la ventana de noviembre con una goleada sobre Italia. La semana pasada, pese a la derrota por 22-19, la imagen ante Irlanda había sido más que positiva. Y la intención, claro, era repetir esa actuación ayer, en París. Sin embargo, por distintos factores, lejos estuvo el seleccionado argentino de mostrar su mejor cara, y lo pagó caro.
Igual que ante Irlanda, las cosas se complicaron demasiado temprano para Los Pumas. Una amarilla a Julián Montoya a los 4 minutos los llevó a tener que defenderse en campo propio durante varios minutos. Y Francia no desaprovechó la superioridad numérica. A los 9 minutos llegó al try por primera vez, por intermedio del segunda línea Thibaud Flament. Todo por un line muy cercano al ingoal argentino, tras una gran patada 50:22 del apertura Thomas Ramos, que luego no falló la conversión.
Pese a esos minutos adversos, Los Pumas parecieron acomodarse rápidamente. Con un buen ataque, todavía con 14 jugadores, quedaron cerca del try, y descontaron por medio de un penal de Tomás Albornoz bajo los palos. Durante un rato, los puntos llegaron, justamente, a través de los aperturas: Ramos anotó dos penales para Francia, y Albornoz sumó uno más para Argentina, para un 13-9 parcial que le quedaba bien al seleccionado nacional.
Sin embargo, en los minutos finales de la primera mitad todo se desmoronó para el equipo de Contepomi, que pese a la buena conducción de Albornoz y de Gonzalo García cometió muchos errores y muchas infracciones. A los 32‘, el pack francés se impuso al argentino en un scrum que era favorable a los “albicelestes”, cerca de su propio ingoal, y tras varios intentos, terminó llegando al try por intermedio del wing Gabin Villiere. Y apenas 3 minutos después, un gran kick corto del medio scrum Antoine Dupont que desacomodó a la defensa argentina terminó en un try-penal (Juan Martín González cacheteó la pelota hacia afuera cuando Louis Bielle-Biarrey llegaba al try). La jugada no sólo terminó con siete puntos para Francia, sino que, además, le valió una amarilla al tercera línea argentino.
La primera mitad concluyó con un penal desde mitad de cancha de Ramos, que estuvo infalible, para un 30-9 parcial prácticamente irremontable.
En el segundo tiempo el trámite fue más parejo. Obligados, Los Pumas salieron a buscar, y pudieron recortar distancias con un try del tucumano Thomas Gallo, que apoyó bajo los palos tras un line cercano al ingoal rival. La reacción, sin embargo, se frenó de inmediato: tras una buena presión alta para recuperar la pelota, Francia volvió a anotar gracias a una gran jugada individual de Bielle-Biarrey, que pateó un rastrón largo y se impuso en velocidad.
Durante los 20 minutos que restaban, apenas hubo tiempo para un try argentino más, de la mano de Ignacio Ruiz, para decorar el marcador, y dejarlo en 37-23 para los galos.
Cierre amargo, sin dudas, de un año más que positivo para Los Pumas. Los primeros partidos del ciclo Contepomi dejaron muchas cosas para corregir, pero también señales muy positivas en varias facetas del juego. Y sobre todo, la sensación de que este seleccionado, con más trabajo y afinando detalles, puede avanzar en un proceso de gran crecimiento rumbo al Mundial 2027.