Recibe el nombre de árbol del coral y bucaré. En Argentina se la conoce como ceibo o seíbo y es una flor rojo intenso autóctona de América Latina. Su elección fue realizada de la manera más democrática posible en el siglo pasado. Desde entonces, se celebra el Día de la Flor Nacional cada 22 de noviembre, una especie que, además, cuenta con propiedades medicinales.
Miles de personas se reunieron para presenciar el surgimiento de la “flor cadáver” en un Jardín Botánico de AustraliaJunto con la bandera, la escarapela y el himno, constituye los cuatro símbolos nacionales. Su nombre científico es Erythrina crista-galli, que en español significa roja cresta de gallo, en referencia a su apariencia. Crece en la ribera de ríos, arroyos, lagunas y humedales que arrastran su semilla germinándola en otras orillas.
Cómo se eligió la flor nacional
La idea de establecer a esta flor como símbolo nacional fue impulsada por biólogos y naturistas como Miguel Lillo, Juan Domínguez, Eduardo Holmberg, Ángel Gallardo y Cristóbal Hicken. Desde 1919 este grupo de profesionales empezó a plantear la propuesta al gobierno nacional.
En 1928 sectores ganaderos y lecheros propusieron que la magnolia ocupara el puesto de flor nacional, petición que fue respaldada por 8.000 consultados. Más tarde, el director del Muse de Historia Natural, Martín Doello Jurado, informaría que esta especie pertenece a un árbol no autóctono, por lo que la magnolia quedó descartada.
En 1942, luego de diversos procesos de elección fallidos, el Poder Ejecutivo Nacional emitió un decreto para declarar al ceibo flor nacional. La selección fue llevada adelante por el diario La Razón: se realizó un sondeo del que participaron más de 20.000 personas que debatieron entre el jacarandá, el lapacho y el ceibo.
Propiedades medicinales del ceibo
La especie está catalogada como planta de uso medicinal por sus particularidades como antitusígena, anticaspa y cicatrizante. También se utiliza la corteza del árbol en que crece para tratar reumatismo. Sus hojas contienen alcanfor, lo que las vuelve buenas para cicatrizar heridas.
Sus grandes flores de color rojo se utilizan para teñir telas, y son melíferas, por lo que atraen a aves e insectos. También, se utilizan para teñir telares y la madera del árbol se utiliza para haber el casco del bombo legüero.