Sería importante que no se instale el macartismo en Argentina. El pensamiento único es un empobrecimiento de la democracia y de la cultura de un país. Así se ve en Venezuela, Rusia o Cuba. La imposición del pensamiento único por el presidente Milei es una triste muestra de pobreza intelectual y preocupante tendencia dictatorial. El pensamiento único tan amado por la ultraderecha e izquierda fascista, marca la debilidad argumental y los temores del presidente que lo aleja de las promesas de libertad. Apoyemos las reformas contra la burocracia corrupta pero no aceptemos desviaciones fascistas como la imposición de comisarios políticos.

Esteban Tortarolo                                      

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