Conrado Nicolás Saravia (31) murió después de haber agonizado durante más de tres días en un hospital salteño. Es el segundo tucumano condenado por una causa de droga en ser asesinado en poco más de un mes en una cárcel de Salta. Pese a que el autor ya está identificado, los familiares de otros reclusos y un abogado se mostraron preocupados por la escalada de violencia que hay en contra de comprovincianos encerrados en las unidades penitenciarias de esas tierras.

El joven tucumano fue detenido en agosto de 2023 en Aguas Blancas. Fue sorprendido por una patrulla de gendarmes cuando cruzaba el río Bermejo en una chalana cargada de juguetes. Los uniformados le dieron la voz de alto cuando detectaron que habían llegado a la orilla del lado argentino. El conductor de la embarcación se lanzó al agua para evitar ser detenido. Saravia intentó escaparse por las márgenes, pero se topó de frente con otros miembros de la fuerza que lo redujeron disparándole con postas de goma.

Al revisar la chalana, los pesquisas encontraron ocultos entre los juguetes más de 35 kilos de cocaína. La teoría de los investigadores es que el detenido era un simple transportista de la droga, una “mula”, como se lo conoce en el mundo del narcotráfico. La sustancia, según explicaron las fuentes, habría estado destinada a un narco de un barrio que está vinculado a una facción de la barra brava de San Martín.

Condena y pena

Saravia nunca dijo quién era el dueño de la carga. Fue asistido por Aníbal Paz, pero no pudo evitar que recibiera una condena más dura por haber intentado escaparse. Además, el magistrado interviniente debió acumular la pena condicional de un año y tres meses por una causa de violencia de género registrada en Tucumán. La sentencia definitiva fue de seis años y tres meses.

Saravia fue uno entre varios tucumanos que estuvieron alojados en la cárcel de Los Cerrillos. El miércoles pasado, durante una pelea con otro preso, fue herido de un puntazo con una faca carcelaria. Falleció el domingo.

A la cárcel por intento de robo

Este es el segundo tucumano que muere en una cárcel salteña en los últimos tiempos. El anterior fue José Martín “El Pájaro” Castillo, quien fue asesinado en octubre en el penal de Las Rosas por un compañero de encierro. La víctima, que tenía antecedentes en causas de droga, había sido condenado a perpetua por haber acabado con la vida de un hombre y herir a otro por encargo. Nunca se conocieron cuáles fueron los motivos del crimen.

Llamado de atención

“Este caso pone en evidencia un problema estructural en el sistema penitenciario del país. No es casualidad que incidentes como este ocurran, y aunque pueda haber especulaciones sobre rivalidades o disputas territoriales entre internos, lo que queda claro es que existe una deuda pendiente en materia de seguridad y derechos humanos dentro de los establecimientos penitenciarios”, explicó Paz.

Asesinaron en una cárcel de Salta a un sicario tucumano

No se sabe cuántos tucumanos son los que están alojados en prisiones de Salta, pero sí se conocen algunos de los problemas que tienen. Según sus familiares, son castigados por ser minorías, no tienen acceso a medicamentos y a veces, cuando los parientes ya se encuentran en esas tierras, se dan con la novedad de que se suspendieron las visitas.

El profesional tucumano dijo que la crisis carcelaria se está extendiendo a toda la región. “Al no contar Tucumán con una cárcel federal, los presos deben ser trasladados a otras provincias. Se dificulta así el acceso de las familias, vulnerando principios de cercanía humanitaria”, destacó el profesional. “Si bien se espera que el penal de Benjamín Paz brinde una solución parcial, es urgente establecer medidas que aseguren que las personas privadas de la libertad cumplan sus condenas en condiciones que respeten sus derechos básicos”, finalizó el profesional.