En el marco de la cumbre del G20, el presidente Javier Milei tuvo una reunión bilateral con su par chino, Xi Jinping, previo al encuentro con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Es la por primera vez el libertario mantiene un encuentro con el líde comunista, para avanzar en una agenda común  vinculada a las inversiones en infraestructura que pretende Beijing y la necesidad de Argentina de mantener el swap.

En un notable giro ideológico, el mandatario dialogó con su homólogo del gigante asiático luego de varias idas y vueltas en la relación diplomática de los países. Cabe recordar que durante la campaña electoral de 2023, Milei había señalado ante la prensa que en su gobierno "no promovería las relaciones con comunistas, ni con Venezuela, ni con Cuba, ni con Nicaragua, ni con China".

Pero, ya en su gestión, el líder de La Libertad Avanza modificó su eje discursivo para con el gigante asiático al punto de, luego de que el Banco Central anunciara en junio la renovación del swap con el Gobierno de China por un monto de u$s5.000 millones, destacó la relación con el país asiático y lo definió como "un socio comercial muy interesante, no exigen nada".

El jefe de Estado llegó al encuentro con Xi junto a Karina Milei -secretaria General de la Presidencia-, Gerardo Werthein, ministro de Relaciones Exteriores, y Luis Caputo, titular del Palacio de Hacienda.

Cómo sigue la agenda de Milei en el G20

Tras la reunión con el líder chino, Milei y su comitiva se reunirán con Georgieva, en el marco del final del plan de Facilidades Extendidas a fin de año, mientras se estira la negociación para cerrar un nuevo programa, con la exigencia del organismo de levantar el cepo cambiario.

La jornada de Milei continuará con reuniones con el primer ministro de India, Narendra Modi, y el gerente general de la empresa italiana Enel, Flavio Cattaneo, para emprender el regreso a Buenos Aires hacia las 15.

Vale recordar que ayer, el mandatario firmó la declaración de presidentes del G20, aunque luego desde el Gobierno aclararon que lo hizo "disociándose parcialmente de todo el contenido vinculado a la Agenda 2030". También se selló un acuerdo de entendimiento para comercializar gas producido en Vaca Muerta a Brasil, a razón de 30 millones de metros cúbicos al día a partir de 2030, mismo volumen que el gigante sudamericano solía importar desde Bolivia.

Además, a pesar de los cortocircuitos con su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el mandatario finalmente incluyó a la Argentina en la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza que propuso el líder del Partido de los Trabajadores.