Tener la casa ordenada es un patrón que la psicología siempre recomienda, sin embargo, hay quienes a esta obligación la convierten en obsesión. Para los especialistas en salud mental, obsesionarse con el orden y limpieza de tu casa se debe a tres factores y tiene sus efectos tanto positivos como negativos.

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Las razones por las que una persona tiene manía con su casa ordenada son la ansiedad, el deseo de perfeccionismo y un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Tres factores por los que una persona es obsesiva con el orden de su casa

Control y ansiedad: un entorno organizado puede ofrecer una sensación de control, especialmente en tiempos de incertidumbre. Las personas ansiosas a menudo intentan compensar sus sentimientos de desorden interno organizando su espacio físico, lo que puede brindarles un alivio temporal del estrés y la ansiedad.

"Nuestros mundos externos afectan inevitablemente a nuestros mundos internos y viceversa", explicó a Forbes Danielle Roeske, vicepresidenta de Newport Healthcare.

Perfeccionismo: está relacionado con estándares extremadamente altos y muchas veces inalcanzables. Esto puede incluir la necesidad de mantener una casa impecablemente ordenada.

Cuando el perfeccionismo se vuelve inadaptado, puede causar frustración, estrés e incluso trastornos del estado de ánimo como ansiedad y depresión. Este comportamiento suele ser un intento de evitar las críticas o lograr la aprobación social.

Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): en casos más graves, la obsesión por la limpieza y la organización puede ser síntoma de TOC . Este trastorno se caracteriza por pensamientos intrusivos y conductas repetitivas, como ordenar compulsivamente, para aliviar el malestar que generan estas obsesiones.

Beneficios emocionales y cognitivos

Por otro lado, limpiar la casa puede ser una estrategia saludable para regular las emociones y mejorar la concentración. Actividades como limpiar u organizar pueden liberar endorfinas, lo que ayuda a reducir el estrés y mejorar el bienestar general.

Este afán por el orden en la casa también puede explicarse por la cultura o costumbre familiar. Alguien que haya crecido en una casa ordenada podría ver esto como un patrón.