Una obra de ingeniería única en el mundo puede encontrarse entre los márgenes de dos ciudades de nuestro país. La ciudad bonaerense de Carmen de Patagones y la capital de Rio Negro, Viedma, están conectadas por una hazaña de la ciencia: el primer puente levadizo a contrapeso hidraúlico a nivel global. Con una tecnología excepcional, la estructura de 268 metros se elevaba para que las gigantes embarcaciones pudieran traspasar las distintas provincias.
Turismo de fe en la tierra de la Virgen del ValleEn los límites entre Carmen de Patagones y Viedma, montado sobre el Río Negro, se halla imponente el único puente levadizo con sistema basculante del mundo. Su imponente estructura le valió el título de uno de los cinco puentes más importantes de Sudamérica en la Exposición de Ingeniería de Alemania, en 1935. Se trata de una obra que revolucionó la vida social y comercial de la región por aquel entonces.
El único puente levadizo del mundo une las provincias de Buenos Aires y Río Negro
El puente levadizo que une las provincias de Buenos Aires y Río Negro es una obra excecional. Se trata de una estructura con sistema basculante, es decir, un puente móvil que permite el paso en los canales de navegación de increíble porte. La mole es una gigante estructura de acero que pesa 2500 toneladas y se conserva a 17 metros de altura sobre el río Negro. Este se emplaza en un largo de 268 metros, abarcando la anchura de la corriente de agua y ha facilitado la comunicación fluvial entre los Estados Provinciales.
El puente levadizo que une Buenos Aires y Río Negro comenzó a construirse en 1927, utilizando materia prima alemana para su emplazamiento. Allí participaron 150 obreros distribuidos en turnos de ocho horas durante todo el día para llegar a la inauguración el 17 de diciembre de 1931.
La obra está compuesta de cuatro tramos asentados sobre pilares, de los cuales uno es basculante. Es decir, se podía levantar, mediante un mecanismo, para permitir el paso de las embarcaciones. Gracias a los registros históricos, se comprobó que esta sección del puente ferroautomotor realizó los movimientos indicados entre 1931 y 1943, cuando pasó el último barco. Para evitar daños en el sistema, el encargado de accionar el tramo levadizo continuó cumpliendo con su tarea desde la cabina ubicada sobre el puente, hasta 1957.
Aunque hoy no cumple sus funciones, el puente es un emblema en la región y nivel mundial
El puente presenta un gran tramo que hace 94 años se abría con frecuencia. Este era accionado por un operario, lo que permitía el paso de los enormes barcos que ingresaban por allí a las ciudades. En el momento de la apertura los autos debían esperar, presenciando aquella íncreible e imponente maniobra de ingeniería. Actualmente no tiene todas las funciones pero, gracias a un minucioso trabajo de restauración realizado entre los años 2012 y 2013, hoy el puente le da la oportunidad a los turistas que visitan Carmen de Patagones y Viedma, disfrutar del increíble artificio humano.
Un dato histórico que le valió el título de ser el único en el mundo data del período 1939-1945 cuando en Japón uno similar fue destruido en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, Argentina tiene el único puente levadizo a contrapeso hidráulico del mundo, diseñado para el paso de vehículos motorizados, trenes de carga y de servicios de pasajeros.