Debido al comportamiento errático del clima en muchas zonas trigueras del país durante gran parte del ciclo de cultivo del cereal se estima una baja de 700.000 toneladas (t) respecto de lo estimado el mes pasado. Así lo precisa el informe mensual de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). El documento indica que la recuperación hídrica llegó tarde para buena parte de la región pampeana, debido al retraso de las lluvias.
Con un volumen estimado de 18,8 millones de t, la producción estaría por encima del ciclo pasado (14,5 millones de t) por 4,3 millones de t. El año pasado, la falta de agua junto a las heladas afectó rindes y se había sembrado solo 5,5 millones de hectáreas frente a las 6,71 de este año. Las lluvias llegaron muy tarde para el norte del país, donde no se descartan más ajustes. Pero en el centro del país fueron claves para detener el deterioro y no se descarta sorpresas positivas en las cosechadoras, aunque se espera una gran variabilidad de resultados. Para buena parte de Buenos Aires y el norte de La Pampa, el hecho de que, a pesar de ser un año muy frío, no se hayan producido las tan temidas heladas tardías, y que las lluvias sigan consolidándose en noviembre sostienen expectativas de alto rendimiento.
En el informe se puede observar la reciente recuperación hídrica que ha sido clave para los trigos sembrados en el país. Con todo esto se ajusta la nueva estimación de noviembre con una caída, pasando de 19,5 millones de t a 18,8 millones de t. El guarismo tiene en cuenta 6,7 millones de hectáreas sembradas con trigo y una pérdida de superficie de 310.000 hectáreas; la mayoría, en la zona productiva del norte de Argentina.