La Selección dejó de ser imbatible. No es que se trate de una crisis, pero atraviesa un bache de nivel. La identidad no es el tema de debate. Todavía mantiene la esencia de juego asociativo y vertical que lo llevó a lo más alto en Qatar 2022. Pero la Scaloneta mostró un punto débil que se repitió en los últimos partidos que enciende las alarmas: la pelota aérea. Y el Paraguay de Alfaro lo explotó a más no poder. La chilena de Antonio Sanabria y el frentazo de Omar Alderete fueron suficiente para que la “Albirroja” venciese 2-1 a la “Albiceleste” en el “Defensores del Chaco”.

Lo sucedido en Asunción no fue una anomalía, sino que fue una falla que se repitió en tres de los últimos cuatro encuentros. Frente a Colombia en Barranquilla en la fecha 8, Yerson Mosquera abrió el marcador por medio de esta vía; mientras que, contra Venezuela, Salomón Rondón anotó la igualdad con un cabezazo. Todo esto sostiene que es un problema al que Lionel Scaloni no le encuentra solución hasta el momento.

Pero, ¿cuáles son las causas de este defecto futbolístico? La principal son las desatenciones defensivas de la zaga central. Nicolás Otamendi no muestra la misma solidez que hace dos años.

La imagen más clara se vio en la primera ocasión de peligro de Paraguay: tras un córner, Gustavo Gómez le ganó la posición al defensor de Benfica y estrelló un cabezazo en el travesaño, siendo esto el primer aviso de la pesadilla. Un minuto más tarde, Sanabria aprovechó una confusión entre Otamendi y Cristian Romero y realizó una pirueta para anotar la igualdad. A esto se sumó la escasa velocidad para frenar las embestidas de los delanteros paraguayos, que con muy poco lo complicaron demasiado.

La situación se tornó mucho más compleja con la salida de “Cuti”. El defensor se retiró en el entretiempo por una molestia. Leonardo Balerdi fue el elegido para cubrir el hueco en el complemento que comenzó de la peor manera. Tras un tiro libre, Alderete ingresó sin marca y puso en ventaja a los paraguayos.

Argentina, desacostumbrada a atravesar momentos de zozobra, buscó el empate de manera desesperada. En consecuencia, la defensa tuvo que jugar mano a mano contra las subidas de Miguel Almirón. Y, si bien Emiliano Martínez no tuvo demasiadas complicaciones, lo cierto es que no encontró los caminos para revertir la historia.

¿Qué opciones tiene Scaloni para revertir esta situación? Escasas. La lesión de Lisandro Martínez, la incertidumbre sobre la salud de “Cuti” y el bajísimo nivel de Otamendi complican los planes del DT. Balerdi aparece como una opción, pero sin demasiada experiencia. Mientras que Nehuén Pérez y Facundo Medina tampoco cuentan con el rodaje suficiente.

Todo esto deja en claro que la Selección no es tan perfecta como se la idealizó. Es momento de reflexión y ajustar las tuercas, sobre todo, en defensa.