Fanny y Jean conforman un matrimonio en apariencia ideal: son profesionales consumados, viven en un apartamento en un exclusivo barrio de la capital francesa y lucen tan enamorados como cuando se conocieron. Pero cuando Fanny se cruza accidentalmente con un antiguo compañero de instituto, cae rendida a sus pies. “Golpe de suerte en París” es la película número 50 del prolífico Woody Allen, quien vuelve a poner en pantalla algunas de las obsesiones que lo acompañan en su larga carrera, como son la inevitabilidad del destino, los giros irónicos de la vida que sorprenden cuando uno menos los espera y las dificultades de establecer y sostener relaciones firmes entre las personas.
Esta vez lo hace con una producción hablada íntegramente en francés, centrada en los vericuetos de París y con elenco europeo para consolidar su larga presencia en ese continente: desde que se plantearon hace una década acusaciones en su contra por abuso sexual contra sus hijos -descartadas por la Justicia norteamericana-, el director filma muy poco en su país; en realidad, los primeros planteos en su contra fueron en la década de 1990, pero se potenciaron a partir de 2014, lo que afecta incluso la distribución de sus producciones en EEUU. En los hechos, este último período fue abierto en 2006 con la londinense “Scoop”, seguida de “Vicky Cristina Barcelona” en 2008 (en este recorrido también hizo “A Roma con amor” en 2012, dentro de una serie casi turística). Ahora se sitúa en un territorio citadino conocido, donde ya rodó “Everybody Says I Love You” en 1996 y “Medianoche en París” en 2011.
Woody Allen anunció su retiro del cineEl nuevo triángulo amoroso está compuesto por Lou de Laâge como Fanny; Niels Schneider como su amante Alain, un escritor soñador; y Melvil Poupaud como Jean, el marido engañado, asesor financiero frío y estructurado. Entre los personajes secundarios, ocupa un lugar relevante Valérie Lemercier como la madre de Jean. Vittorio Storaro (el mismo de “Apocalypse Now” y “El último emperador”) se hace cargo de la fotografía, para jugar con los clima de las relaciones según con quién está la protagonista: la pasión y el riesgo o la cotidianeidad y lo seguro. La tensión es aliviada con diálogos inteligentes y ácido humor, marca registrada del director. La producción fue estrenada el año pasado en el 80º Festival Internacional de Cine de Venecia, pero recién llega ahora a las salas argentinas. Habían pasado tres años desde el anterior estreno de Allen, “Rifkin’s Festival”, ambientado en España.
Para la familia
Por fuera de Allen y de “Gladiador 2”, desde hoy se verán otras dos producciones, ambas animadas y dedicadas al público infantil para una salida familiar al cine.
Qué dijo Woody Allen sobre el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estado Unidos“Un panda en África” lo dice casi todo en el título. Dirigida por Karsten Kiilerich y Richard Claus, la acción está centrada en las aventuras del pequeño panda Ping que viaja de China a África para rescatar a su amiga dragón Jielong, quien ha sido secuestrada. Después de una peligrosa travesía llega a tierras totalmente desconocidas para su especie, donde deberá confiar en su ingenio y en nuevos amigos de la selva para regresar a la seguridad de casa. Esta realización es una coproducción entre capitales de Dinamarca y de Holanda. “Queríamos hacer una película entretenida, divertida y graciosa, pero también hay un mensaje más profundo sobre la diversidad y la amistad. El tema de los extraños, extranjeros y refugiados es uno de los grandes problemas de nuestro tiempo. Demagogos de todo el mundo construyen sus casos basándose en prejuicios sobre ‘los otros’. La comprensión y la aceptación de ‘los otros’ es el tema subyacente del filme”, explicó Claus a la prensa europea.
La última novedad comercial tiene inspiración navideña. “Niko: las aventuras de las narices frías” arriba desde Finlandia con la codirección de Kari Juusonen y Jørgen Lerdam, para contar la historia de un reno que tiene el sueño de convertirse en miembro de las Fuerzas Voladoras de Santa Claus. Pero su ilusión se ve amenazada cuando Stella lo traiciona y Niko accidentalmente pierde el trineo. Para recuperarlo tendrá que apelar a la confianza a sí mismo.
En el Espacio Incaa de la sala Hynes O’Connor, a las 20 se estrenará el filme del argentino Alejandro Agresti, “Lo que quisimos ser”, una historia de amor imposible con Eleonora Wexler, Luis Rubio, Antonio Agresti y Carlos Gorosito; y a las 22, se proyectará con entrada gratis “La fille de son pere”, del francés Erwan Le Duc, sobre un padre y su hija que van en busca de la madre que los abandonó 16 años antes, con el argentino Nahuel Pérez Biscayart, Céleste Brunnquell y Maud Wyler.