Vecinos y conductores de la intersección de San Lorenzo y Alberdi, en pleno centro de San Miguel de Tucumán, siguen enfrentando dificultades debido a un bache que persiste desde hace más de un mes. Según testimonios, la falla en el pavimento se habría originado tras un arreglo inconcluso de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), y pese a las reiteradas quejas, la reparación definitiva aún no llega.
El pasado 8 de octubre, LA GACETA ya había documentado el problema, pero hoy, 13 de noviembre, la situación sigue sin resolverse. Durante la cobertura en vivo de LG Central, se constató que, aunque en horas recientes algunos escombros y materiales de construcción parecían indicar una posible intervención, la esquina aún no cuenta con operarios activos, y la peligrosidad del bache sigue igual.
Un peligro diario para conductores y peatones
La ubicación del bache agrava aún más la situación, ya que San Lorenzo es una de las calles más transitadas por colectivos y vehículos particulares. “Este bache lleva dos meses y obliga a los colectivos a desviarse, dejando solo un carril libre para el tránsito en horario pico. Eso hace que la esquina sea un caos, y los pasajeros enfrentan demoras constantes”, comentó un chofer de la línea 17 que atraviesa la zona.
Lluvias en Tucumán: enormes baches dificultan la circulación en algunas calles de la CapitalEl problema se extiende incluso a la rampa para personas con discapacidad, que, además de estar dañada, se convierte en un área resbaladiza debido a la acumulación de agua. Vecinos destacan que el agua que baja por calle Alberdi convierte la rampa en un “jabonero”, dificultando el paso seguro de peatones y aumentando el riesgo de accidentes. “Es una trampa para cualquiera que intente cruzar, y más para los que tienen dificultades de movilidad”, expresó un transeúnte.
La burocracia, un obstáculo constante
Este caso no es aislado, ya que situaciones similares en la ciudad y en localidades aledañas ponen en evidencia la falta de coordinación entre la SAT y los municipios. Habitualmente, la SAT interviene en el subsuelo para reparar caños o filtraciones, pero, una vez finalizada la reparación, el pavimento no se restaura de inmediato. Esto genera problemas de tránsito y de seguridad vial que, con el paso del tiempo, empeoran, tal como ocurre en esta esquina cercana a la Municipalidad.
Los vecinos expresan su frustración ante la aparente falta de atención a problemas que afectan directamente la calidad de vida de los ciudadanos. “Pagamos impuestos, pero los trabajos no se terminan. Nos queda la burocracia, los trámites entre la SAT y la municipalidad, y nosotros seguimos sufriendo”, resumió uno de los residentes, quien también expresó su descontento por los gastos adicionales que deben afrontar los automovilistas debido al desgaste que estas condiciones generan en sus vehículos.
Los vecinos y conductores exigen una solución definitiva para el bache que dificulta el tránsito, especialmente en días de lluvia, y esperan que, con las denuncias reiteradas, las autoridades locales y la SAT tomen cartas en el asunto.