Como en las grandes historias del cine clásico, donde el héroe, tras una amarga derrota, recibe una última oportunidad para redimirse, San Martín de Tucumán enfrentará el partido contra San Telmo como una “final después de la final”. Tras el golpe sufrido a manos de Aldosivi, el equipo de Diego Flores tendrá la chance de levantarse, dejar atrás el tropiezo y demostrar que está listo para el reducido, con la misma determinación que exige cada momento decisivo en la pantalla grande.
Con poco margen de error, el “Santo” necesitará recuperarse con rapidez, superar el impacto de esa caída en el “Gigante de Arroyito” y probar que está preparado para responder en los momentos clave.
Para lograrlo, uno de los principales desafíos será volver a mantener su arco en cero, algo que le viene resultando difícil. En los últimos cuatro partidos -contando la final-, el equipo recibió seis goles, un dato preocupante para una defensa que había sido una de las más sólidas de la Primera Nacional.
Durante gran parte del torneo, San Martín mostró una eficacia defensiva que no solo lo consolidó en el torneo, sino que también le permitió al arquero Darío Sand alcanzar un récord de vallas invictas. Recuperar esa solidez será fundamental para enfrentar a un rival tan peligroso como San Telmo, uno de los equipos más fuertes de la zona B.
Otro de los objetivos que tendrá el “Santo” en la Isla Maciel será reencontrarse con el gol. El equipo no convierte desde su última presentación en casa, en la que empató contra Güemes de Santiago del Estero 2-2, con goles de Lautaro Fedele y Matías “Caco” García. El poder ofensivo será una de las claves para sacar un resultado favorable contra el “Candombero”, especialmente en esta fase decisiva del torneo.
Aunque el “Santo” cuenta con ventaja deportiva para esta instancia, lo que significa que un empate en los dos partidos lo clasificaría a la siguiente ronda, Flores y su equipo saben que no pueden relajarse.
Salir a buscar un buen resultado en el “Dr. Osvaldo Baletto” será crucial, ya que en el partido de vuelta en La Ciudadela podrán contar con el empuje de su hinchada, que espera con ansias ver una respuesta contundente tanto en lo anímico como en lo futbolístico.
Más allá de las estrategias y la ventaja deportiva, lo más importante para San Martín será lograr un resultado positivo que regenere su confianza.
La última victoria para el conjunto de Bolívar y Pellegrini se dio justamente lejos de casa, cuando venció a Alvarado 2-0, en el José María Minella. Este antecedente muestra que el equipo de Flores tiene la capacidad de imponerse de visitante, condición en la que logró una efectividad del 64.91%, con un total de 11 triunfos, cuatro empates y misma cantidad de perdidos.
El estadio de San Telmo, una sede que no será sencilla
Repetir ese buen desempeño en una cancha complicada como la de San Telmo sería vital para llegar con el ánimo renovado a la revancha en La Ciudadela.
El desafío, sin embargo, no será sencillo. De local, el “Candombero” logró 12 victorias, sumó cuatro empates y perdió cuatro partidos (uno de ellos sin público). Además, la cancha es de dimensiones reducidas e incómodas para los rivales.
Mientras que en lo que respecta al juego, San Telmo es uno de los equipos más fuertes del torneo y terminó la fase regular como el conjunto con más victorias en la Zona B (18 triunfos, uno más que Aldosivi).
A pesar de haber comenzado el campeonato con una sanción de tres puntos, debido a una explosión de estruendo en el duelo contra el conjunto marplatense, el equipo de Alfredo Grelak mostró un poderío ofensivo notable, con 50 goles en 39 partidos y solo 25 en contra. Su máximo goleador, Diego Diellos, lleva 10 tantos, seguido por José Barreto con siete, y Rodrigo González con seis.
San Martín tiene frente a sí un reto importante, pero también una oportunidad única para recuperarse, demostrar su potencial y reafirmar sus aspiraciones en la búsqueda por el ascenso. Si logra un resultado positivo en este duelo, no solo quedará bien posicionado para la revancha en La Ciudadela, sino que también recuperará la confianza y de a poco, el respaldo de sus hinchas, que sueñan con ver al equipo en Primera.