El consultor Carlos Fara analizó la interna del peronismo y la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner para presidir el Partido Justicialista. "Para Cristina es imposible despegarse de La Cámpora. Que objeten a La Cámpora, es que objeten a Máximo (Kirchner). Y que objeten a Máximo es que la objeten a ella. Cristina prefirió ser madre de Máximo, en lugar de ser conductora. El disciplinamiento con ella es con La Cámpora. Y con Cristina presidenta del PJ nacional y Máximo como presidente del PJ provincial el peronismo se vuelve una dinastía”, afirmó.
Con respecto a la interna del Partido Justicialista, el consultor evaluó sin Cristina Kirchner ganó o perdió con el rechazo a la lista de Ricardo Quintela. "Cristina creyó que tenía el control total con el Operativo Clamor y apareció Quintela. Pero no sólo Quintela, que podría haber sido una especie de loco suelto, sino también otros sectores con influencia como algunos intendentes de la tercera sección electoral, la CGT y el propio Kicillof. Cristina decidió cerrar el tema con el rechazo de la lista de Quintela, para que no haya ningún tipo de duda respecto de su liderazgo y para que no haya ninguna prueba de cuánta fuerza tiene Quintela. Para Cristina, eso es una piedra en el zapato que no tenía prevista. Incluso si va a una primaria y gana por una diferencia enorme, está Quintela, que antes no era nada y podría terminar con un 10%, ni hablar si tiene más. Entonces, me parece que todo lo que ha sucedido está indicando el largo ocaso de Cristina. No es de la noche a la mañana como dijo Milei, pero claramente es un desgaste estructural del liderazgo", plenteó.
Cristina, ya como titular del PJ, dijo que Milei es como el yogur"Para Cristina es imposible despegarse de La Cámpora. Que objeten a La Cámpora, es que objeten a Máximo. Y que objeten a Máximo es que la objeten a ella. Cristina prefirió ser madre de Máximo, en lugar de ser conductora. El disciplinamiento con ella es con La Cámpora. Y con Cristina presidenta del PJ nacional y Máximo como presidente del PJ provincial el peronismo se vuelve una dinastía", destacó Fara.
La victoria de Trump
El analista político, quien participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y la Universidad del Salvador (USAL) también se refirió al impacto que podría tener en la Argentina la presidencia de Donald Trump. “Somos altamente dependientes de cualquier 'estornudo' en el centro del mundo o de una situación geopolítica incierta, ya sea Irán, Israel, Medio Oriente, Ucrania, Rusia. Estamos en una situación donde cuantos menos dólares propios tenés, más riesgos corrés, porque contás con menos colchón. Argentina, más allá del gobierno de Milei, va a seguir como un paciente en terapia intensiva por un buen tiempo”, subrayó, según destaca Perfil.
El saludo de Javier Milei a Donald Trump: "Felicitaciones por su formidable victoria"Dijo que con el triunfo de Trump en los Estados Unidos, la Argentina "puede obtener ventajas en la negociación con el FMI". Remarcó, sin embargo, que Estados Unidos puede a volver a una presión inflacionaria. "Si Trump adopta un enfoque proteccionista, eso generará una presión inflacionaria interna que podría llevar a un aumento en la tasa de interés en Estados Unidos. Si esa tasa se incrementa, ya conocemos el desenlace: las inversiones financieras optan por el fly to quality, ya que la tasa estadounidense se vuelve más atractiva y segura. Esto fortalece al dólar, afecta la competitividad de nuestras exportaciones y da inicio a un círculo vicioso. Esta fiesta financiera no se debería a una pérdida de disciplina fiscal del Gobierno, pero todos sabemos que, dada nuestra debilidad, somos muy dependientes del contexto internacional", añadió.
Del pánico a la euforia: el gobierno de Javier Milei le cambió el humor al mercadoEl desafío de Milei
En cuanto al gobierno de Javier Milei, Fara sostuvo que en los últimos dos meses se notó una baja en la imagen del mandatario y de su gestión. "Uno podría decir que fue una baja, pero teniendo en cuenta el tamaño del ajuste y que van 10 meses de gobierno, no está mal en términos relativos. Sí es cierto que la desaprobación se puso por encima de la aprobación", indicó. Hizo hincapié en que hace más o menos tres meses que la principal preocupación se desplazó del tema inflacionario a los temas desempleo y pobreza, por temor a la recesión. "No se trata sólo de bajar la inflación, sino también de lograr una recuperación del consumo popular. Una cosa es que algunos indicadores económicos muestren una leve reactivación y otra es que la gente lo perciba en su vida diaria. El termómetro de la calle son los supermercados y el consumo masivo, que siguen completamente estancados", resaltó.