Eduardo Albuixech

LA GACETA

Mario de Jesús López tiene 57 años, juega al básquet sobre silla de ruedas y es el flamante placero de la plaza San Martín. Nació en el barrio La Cancha, Ingenio La Florida, en el departamento Cruz Alta. “Mi discapacidad es motriz. Yo nací en 1966, a los dos años ya andaba caminando y al estar tan distante de los centros de vacunación me dio poliomielitis”, contó. La discapacidad no marcó su vida, sino que le permitió transformarla, según sus propias palabras .

Si bien el 17 de agosto se convirtió en el guardián del espacio público, fue gracias a su vínculo de toda la vida con el deporte: “Hace más de 40 años mis compañeros actuales me invitaron a jugar básquet sobre silla de rueda. Me parecía una novedad para mí que venía del interior de la provincia y acepté”. Y por su compromiso social con la discapacidad accedió a este trabajo, ya que esta actividad lo llevó conjuntamente con un grupo de otros deportistas con diferentes discapacidades a conformar Fundación de Discapacitados Tucumán Fudituc.

Propiciar la inclusión

Fudituc es una fundación que se conformó en los primeros meses del año 2024 con la función social de propiciar la inclusión a través del deporte y que “todas las personas con discapacidades motrices, visual, auditiva, neurológica puedan llegarse a donde entrenamos en el Complejo Ledesma e integrarse”. A lo que Mario agrega como meta: “Nosotros, a través del básquet, estamos insertando mujeres, niños y adultos que deben entender que tienen mucho potencial y pueden valerse por sí mismos”.

CON TODO EL EQUIPO. Mario posa junto a sus compañeros y el cuerpo técnico del equipo de Fudit.

Fue a través de la labor de la fundación que Mario, su presidente, y el grupo de jugadores de Fudituc se acercaron a la sede de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, en búsqueda de una ayuda a la acción que iniciaban: “Al poco tiempo que asumió la intendenta Rossana Chahla fuimos con mis compañeros a ver si nos podía dar una audiencia y nos atendió inmediatamente”. “Le contamos que habíamos formado la fundación y que teníamos un equipo de básquet en silla de ruedas, que no teníamos lugar donde entrenar, pelotas, camisetas, y su respuesta fue positiva”, agregó, “Nos enseñaron a planificar y poner en práctica estrategias. Nos abrazaron y comenzaron a cambiarnos la vida la intendenta y su equipo de trabajo”. Dijo que pudieron desde entonces participar del Campeonato Argentino de Básquet Adaptado sobre silla de ruedas.

Cómo llegó a placero

La Municipalidad de San Miguel de Tucumán lanzó el 30 de julio de este año, en el teatro Municipal Rosita Ávila, el Consejo Económico y Social de la Ciudad, un órgano municipal colegiado integrado por representantes de los sectores público, empresarial, académico, sindical y de la sociedad civil, con la misión de diseñar y aportar políticas públicas para el desarrollo sostenible de la capital. Allí Mario fue invitado a participar como presidente de la fundación. “Y en nuestra tercera reunión la intendenta me dice: ‘Mario, estoy por reinaugurar la plaza San Martín’ y el 17 de agosto me nombró placero”. “Es un honor ser placero de la plaza San Martín”.

Un músico le canta a la plaza San Martín

El día de Mario en este destacado paseo verde de barrio sur “comienza a partir de las 13 y llega hasta las 18”. El placero fue una figura central de los espacios públicos de Tucumán del siglo pasado, que se fue perdiendo con los años y tenía la función de preservar el lugar, como quien cuida su propio hogar.