El sentido de pertenencia es intangible. No hay manera de verlo ni tocarlo. Tampoco tiene dimensiones como para medirlo. Pero, al ser parte de la identidad, conforma un aspecto fundamental a la hora de tomar decisiones por lo que se manifiesta a través de las acciones. Sí, mucho de lo que hacemos es por y para eso que moviliza a las personas. Toda esta explicación hace que no sea casualidad que los hinchas del fútbol vean la manera para estar cerca del club de sus amores. La distancia o los factores económicos no son suficientes para cortar el lazo. Y con San Martín pasa algo bastante particular: por diferentes motivos los fanáticos crearon clubes o filiales para sentirse cerca de su pasión.

Esa fue la causa del nacimiento de equipos como San Martín de El Ojito, San Martín de Tafí del Valle o la Filial Ciruja en Miami, que mantienen un gran vínculo de amor con el equipo de la capital. Pero cada uno tiene una historia diferente que merece ser contada.

En Santiago del Estero

El Ojito es una localidad del departamento Pellegrini, Santiago del Estero, que se ubica a 163 kilómetros de la capital tucumana. ¿Cómo llegó el amor por San Martín a esas latitudes? Según contó Walter Matías Ledesma, capitán de la Primera del equipo, un grupo de carreros tucumanos que transportaban durmientes de madera para la construcción del ferrocarril pararon en aquella zona para descansar del viaje. “Allí instalaron una cancha, a la que hoy llamamos ‘La Ciudadela’, y el 17 de agosto de 1922 se fundó el club. Entre ellos estaba mi abuelo que se llamaba Segundo Ledesma, quien después se instaló acá. Siempre tuvimos más conexión con Tucumán que con la capital de Santiago del Estero porque nos queda más cerca”, dijo.

El vínculo del pueblo con el “Santo” no termina allí. José Humberto Noriega, uno de los emblemas de San Martín en la década de los 80’s, nació en aquellas tierras por lo que los pobladores tienen gran aprecio por el club ubicado en Bolívar y Pellegrini. “De aquí viaja mucha gente a seguirlo a San Martín. Es más, con mi papá estábamos organizando para viajar a Rosario. Todo es muy pasional”, comentó Lencina.

El Ojito es una localidad correspondiente al departamento Pellegrini, de Santiago del Estero, y se ubica a 163 kilómetros de la capital tucumana.

El santiagueño, de 31 años, también tiene un vínculo especial con el “Santo” capitalino. El joven realizó las inferiores en el complejo Natalio Mirkin lo que dio inicio a su carrera deportiva. “Es difícil que los chicos de la zona salgan adelante. En mi caso se dio que llegué a los 13 gracias al “Capo” Noriega, que me recomendó en San Martín. Hice desde Octava hasta la Primera de la Liga Tucumana. También hice unos entrenamientos con la Primera en el 2009, que estaba en Primera división. Pero con el descenso de 2011 se cerraron las pensiones del club y tuve que buscar otro camino. Así que me fui a Santiago para jugar en Mitre, donde ascendí al Nacional B y pasé mis mejores años”, contó.

En cuanto a la historia del club, San Martín de El Ojito utiliza un escudo similar y los mismos colores. ¿Cuál es la única diferencia? A simple vista, las siglas del club son “C.S.M.”. “Antes éramos ‘C.A.S.M.’ como el original, pero lo cambiamos para gestionar la personería jurídica”, indicó. Por otro lado, Lencina reconoce que el club creció de manera exponencial a partir de las redes sociales y muchos hinchas se contactaron con la institución santiagueña para foguear el vínculo. “Me piden la indumentaria del club”, señaló, aunque aclaró que no hay ningún vínculo formal con San Martín.

“Tuvimos agrupaciones que se acercaron a San Martín en ese tiempo que jugamos los Regionales. Tuvimos relación con ellos, pero siempre se perdía porque nosotros cambiábamos de comisiones y ellos estaban concentrados en ascender. Hoy no hay ningún contacto, pero queremos tener un vínculo porque tenemos mucha pasión y, sobre todo, que beneficie a los chicos”, sentenció.

En los valles

Los valles tucumanos también tienen otro San Martín, aunque solo tiene 28 años de existencia. “El proyecto nació hace varios años, pero recién en 2014 tuvimos nuestro propio estadio lo que nos permitió jugar los torneo de verano que se organizan en Tafí del Valle, que es la A de la liga de acá y reúne a los 15 equipos más fuertes. Antes, para participar, teníamos que alquilar las canchas y demás”, dijo Raúl Guanco, presidente del club.

¿Cómo fue el origen del club? Según el directivo, la institución nació como una escisión del club Los Cuartos, que tiene los colores de River. “El desprendimiento se dio porque había una superpoblación de jugadores. Eso que no existían otras categorías más allá de Quinta, Cuarta y Primera. Entonces decidimos armar un club con varios chicos. Entre ellos, Mario Castillo tomó la idea de participar del torneo de verano que se juega acá en los valles. A partir de ahí empezó a tomar forma. Alquilábamos canchas y después de dos años tuvimos nuestro estadio”, contó.

¿Por qué le pusieron San Martín? Lo cierto es que utilizaron la denominación del barrio en el que se encuentra instalado el club, aunque decidieron mantener la indumentaria y el escudo del “Santo” capitalino. “Nuestra idea siempre fue generar un contacto con el equipo. Incluso, en un momento, usábamos las camisetas originales. También nos donaron unas butacas que están puestas en el club. Tenemos muchos fanáticos de San Martín. Incluso, para aumentar la identificación, trajimos banderas y contratamos a la batucada del “Santo” para las etapas de clasificación”, explicó Guanco.

“El club Los Sauces de El Mollar también usa la indumentaria de San Martín para jugar los campeonatos de esa zona. También ahí hay otro equipo que se llama San Martín, pero se viste con los colores de Atlético”, cerró.

En Miami

Hace ocho años que Maximiliano Acosta se instaló en Estados Unidos de manera definitiva. El joven emigró en búsqueda de mejorar su vida, aunque nunca se olvidó del club del que es hincha. “En 2020, me asenté en Miami Beach, Florida. Al estar viajando hace mucho tiempo, siempre quise tenerlo a San Martín cerca. Uso la indumentaria de manera constante y eso hizo que encuentra a varios hinchas a lo largo del mundo. Eso hizo que tenga la idea de hacer una filial oficial y lo logramos en este momento. Me junté con cinco amigos y le dimos forma. Actualmente somos 30 personas entre Florida, California y Colorado”, contó, mientras dijo que cinco integrantes viajarán a Rosario para ver el partido frente a Aldosivi.

“Todos somos socios activos de San Martín. Nuestra ilusión es tener las puertas abiertas para todos los hinchas. Para este partido nos juntamos en el bar Temple. Será la primera juntada oficial donde nos vamos a conocer la mayoría de los integrantes. El dueño del bar es tucumano y el encargado es hincha de San Martín. Vamos a hacer un asado. También van a ir amigos de otras filiales de River y de Tigre”, añadió.

¿Qué dificultades hay para seguirlo a San Martín en el extranjero? “Ahora no son tantas, pero cuando me vine era muy complicado seguirlo a San Martín porque recién estaba comenzando TyC Play, pero tenía un problema con el IP por lo que tenía que hacer un cambio para poder tener esa conexión. Después salió el pack fútbol, pero también se clavaba en muchas ocasiones. Me acuerdo que en el clásico de 2018, se me clavó al momento del 2-2 y cuando volvió me encontré con la alegría más grande de mi vida”, explicó. “También fue durísimo pagar las cuotas desde ese momento. Antes se podía pagar directamente, y le tenía que mandar plata a mi hermana para que se acerque al club. Todo era muy difícil. Hoy es todo más accesible porque hay más comunicación”, agregó.

El logo presenta varias particularidades. Si bien mantiene el escudo de San Martín, lo cierto se combina con algunas figuras típicas de Miami como las palmeras o la tipografía que utiliza Miami Heat, la franquicia de la NBA. “Queríamos que se mantenga la esencia de ambos lados. Ya tenemos una bandera y todo”, dijo.

Así los hinchas de San Martín no entienden de fronteras y esperan volver a festejar este fin de semana.