Las expectativas de los hinchas de San Martín de Tucumán por presenciar la final de la Primera Nacional contra Aldosivi fueron tan grandes que, a menos de un día de comenzada la venta, ya quedan muy pocas entradas disponibles.

La confirmación de que el “Gigante de Arroyito” será el escenario de esta esperada definición por el ascenso a la Liga Profesional desató una verdadera fiebre en los hinchas “santos”, que rápidamente se enteraron de la venta de boletos y comenzaron a llegar a La Ciudadela desde las 21 del lunes.

La noticia corrió como pólvora, y a medida que avanzaba la noche, se iban sumando más y más personas al estadio, en una fila interminable que llegó a alcanzar varias cuadras.

La venta prioritaria para socios estaba originalmente programada desde las 13 hasta las 19 de hoy. Sin embargo, la creciente fila de fanáticos obligó a la comisión directiva a extender la atención en las boleterías hasta la medianoche, en un intento por satisfacer la desbordante demanda.

Durante toda la jornada, se vio a familias enteras y a grupos de amigos en busca de sus entradas, soportando el intenso calor y armados con sombrillas, banquetas y botellas de agua para sobrellevar la espera.

Muchos fanáticos que no lograron conseguir su entrada hoy, decidieron regresar a las boleterías a la noche con la firme intención de pasar más horas en el estadio, confiados en que amanecer allí les garantizaría un lugar para la final.

“La demanda fue impresionante. Sólo quedan unas 3.000 entradas para quienes pasen la noche aquí. Con seguridad, la venta terminará en las primeras horas de la mañana”, dijo Jesús Rojas, uno de los vendedores que lleva más de una década en San Martín.

Este panorama plantea un reto para los hinchas que mañana intentarán acercarse al estadio en busca de un boleto. Cabe destacar que desde este miércoles hasta el viernes, se iban a vender los tickets restantes para socios y público en general.

Las expectativas y la emoción por estar presentes en esta gran final son enormes, pero la alta demanda podría convertir esa alegría en desilusión.

Las próximas horas serán vitales para conocer si habría un reingreso de stock en entradas o si se daría por finalizada la venta, con números que prometen ser históricos.