En la recta final de la campaña de cara a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos, la candidata demócrata Kamala Harris redobló sus críticas contra su rival republicano Donald Trump y lo trató de "inestable. "(Esta) obsesionado con la venganza, consumido por el resentimiento y en busca de un poder sin control", dijo la vicepresidenta. 

Desde el parque Elipse, en Washington, la compañera de Joe Biden afirmó que es hora de pasar página y advirtió que estos comicios son "más que sólo una decisión entre dos partidos, es una decisión entre un país basado en libertades para cada ciudadano o uno regido por el caos y la división".

"Donald Trump pasó una década intentando mantener dividida a la gente. Eso es lo que quiere. Pero acá estoy para decir: no somos esto", sostuvo.

Trump y Harris, en una contienda teñida por miedo y amenazas
CIERRE DE CAMPAÑA. Miles de personas participaron del acto de Kamala Harris en Washington .

En la recta final, Harris busca atraer a los indecisos y a la clase media estadounidense 

En cuanto a su propuesta, Harris aseguró que "no tendrá miedo de afrontar peleas difíciles contra actores poderosos" y enumeró algunas de las causas que ganó como fiscal. En contraposición, advirtió que "Trump va a bajarle los impuestos a sus donantes millonarios". "Yo le voy a bajar los impuestos a la gente trabajadora y a la clase media", prometió.

Por último, remarcó que se compromete "a ser una presidenta para todos los estadounidenses y pondré siempre al país antes que todos los partidos y las personas". Además, sostuvo que trabajará "con la alegría y el optimismo que implica hacer una diferencia en la vida de la gente".