Un hombre que está acusado de haber agredido a un agente de tránsito durante un operativo de control vehicular deberá cumplir con tareas comunitarias y un resarcimiento económico.

El juez interviniente resolvió hacer lugar a lo solicitado por la defensa técnica, con dictamen favorable del Ministerio Público Fiscal. De esa manera, dispuso la suspensión del juicio a prueba a favor del imputado José Luis Herrera Villanueva por el término de un año, respecto del hecho ocurrido el 5 de agosto pasado.

Además, ordenó que durante el plazo de dos años cumpla con las siguientes reglas de conducta (bajo apercibimiento de dejar sin efecto la suspensión de juicio a prueba en caso de incumplimiento de todas o cada una de ellas): fijar y mantener residencia en el domicilio fijado, permanecer a disposición del Colegio de Jueces y Juezas Penales del Centro Judicial Capital y de la Unidad Fiscal interviniente, como así también concurrir a todas las citaciones que se le formulen, someterse al cuidado y control del Patronato de Internos y Liberados, y presentarse mensualmente a fin de acreditar el cumplimiento de estas reglas de conducta ante la Oficina de Control de Probation y Reglas de Conducta, del 1 al 10 de cada mes, durante el plazo que dure la suspensión, realizar tareas comunitarias durante el plazo de un año en la Fundación Primero los Niños, una vez por semana durante dos horas, debiendo acreditar la defensa el cumplimiento de esta regla de conducta ante la oficina respectiva y un resarcimiento económico por $200.000.

Cómo fue el hecho

El 5 de agosto de 2024, a horas 10.00 aproximadamente, en circunstancias que el inspector Horacio Ariel Juárez, perteneciente a la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, se encontraba prestando servicios en la intersección de calle Junín y San Martín de San Miguel de Tucumán, visualizó a un automóvil Volkswagen Voyage, con ploteo de servicio SUTRAPPA de Taxi, que se encontraba estacionado en la dársena ubicada en calle San Martín 786. Advirtiendo esta situación, se le solicitó a la mujer que se encontraba en el asiento del acompañante que moviera el vehículo o se comunicara con el conductor. Al haberse extendido por un lapso de tiempo considerable, el inspector procedió a labrar el acta de infracción y continuar con su labor.

En ese momento se apersonó el chofer del vehículo, Herrera Villanueva, manifestando de manera alterada al empleado de tránsito: “Qué me hacés la boleta”, para luego cruzar de vereda hacia donde se encontraba el agente y con claras intenciones de generarle un daño en su cuerpo le propinó un golpe de puño por la espalda, provocando que el mismo cayera sobre el pavimento, generándole una luxación en el segundo dedo de la mano derecha y excoriaciones en la rodilla.