El arranque de la segunda ronda del Masters 1000 de Paris-Bercy, el último Masters 1000 del año en el circuito ATP, trajo buenas noticias para el tenis argentino. Francisco Cerúndolo, 29° del ranking mundial, dio el batacazo al eliminar al ruso Andrey Rublev (7°).

El encuentro comenzó bastante adverso para el argentino, ya que Rublev quebró el saque de entrada, y rápidamente se puso 3-0 arriba. La diferencia se mantuvo, y el ruso sacó 5-3 para llevarse el set, pero Cerúndolo recuperó el quiebre. Incluso, ganando cuatro juegos al hilo, el bonaerense sacó 6-5, pero no pudo cerrar el parcial. Sí lo hizo en el tiebreak, donde se impuso por 8-6, para llevarse el primer set por 7-6.

El segundo set comenzó de manera irregular para ambos, con tres quiebres en los primeros tres juegos. Nuevamente, fue Rublev el que pudo sacar la primera diferencia, poniéndose 4-2. Sin embargo, otra vez, Cerúndolo recuperó el quiebre, y llevó todo a un tiebreak, donde se impuso por 7-5 para cerrar el partido.

De esta manera, el argentino se metió en tercera ronda, donde espera por el griego Stefanos Tsitspas (11°) o el chileno Alejandro Tabilo (22°). Misma instancia intentará alcanzar mañana Tomás Etcheverry (40°), cuando enfrente al búlgaro Grigor Dimitrov (9°).

La insólita auto agresión del rival de Francisco Cerúndolo en París

El argentino Francisco Cerúndolo, 29° del ranking ATP, logró un gran triunfo en segunda ronda del Masters 1000 de Paris-Bercy: 7-6 7-6 sobre el ruso Andrey Rublev, 7° del mundo. Producto de la frustración, el europeo protagonizó un momento increíble durante el partido.

Conocido por tener fuertes enojos que lo llevan a golpearse a sí mismo, el ruso volvió a tener una acción del estilo en su partido de hoy. Y es que, tras ir 5-2 arriba, perdió el primer set por 7-6. Y en el arranque del segundo set, también perdió una ventaja que había conseguido.

Por eso, luego de que Cerúndolo quebrara su saque para ponerse 1-1, el ruso se dejó llevar por el enojo, y golpeó su raqueta contra su rodilla un total de siete veces. Los golpes fueron tan fuertes que se terminó generando un lastimado del que salió sangre, lo que lo obligó a pedir atención médica.